Sobrevuela los rincones más salvajes de Kauai: los campos en mosaico del valle Hanapepe, las cascadas Manawaiopuna de Jurassic Park, los acantilados rojos del cañón Waimea y la escarpada costa Na Pali. Con un piloto local y auriculares de doble vía, disfrutarás de historias y vistas únicas, además de esa emoción al descubrir cascadas ocultas entre la niebla.
Con las manos agarrando el reposabrazos más fuerte de lo que quería admitir, vi por primera vez el valle de Hanapepe mientras nuestro helicóptero despegaba de Lihue. El piloto — Keahi, nacido y criado aquí — señalaba los campos de taro que parecían un mosaico abajo. Tenía una forma de contar las cosas que parecía más un intercambio de historias que un guion de tour. A través del cristal se percibía ese leve aroma a brisa marina, y cada vez que girábamos a la izquierda o derecha, el sol se reflejaba en el panel de instrumentos y me hacía entrecerrar los ojos.
No esperaba reír tanto. Cuando llegamos a las cascadas Manawaiopuna (sí, las de “Jurassic Park”), alguien detrás de mí tarareó la música de la película y Keahi sonrió cómplice. Desde arriba, las cascadas parecían un hilo blanco cayendo sobre terciopelo verde. Los auriculares amortiguaban casi todo el ruido del rotor, pero no el latido acelerado de mi corazón. Sobrevolamos el cañón Olokele y luego los acantilados rojizos de Waimea; honestamente, era difícil seguir el ritmo de tantos colores cambiando tan rápido. Hubo momentos en que las nubes se acercaban tanto que todo se difuminaba por un instante, haciendo que cada despeje fuera como descubrir un secreto.
La palabra clave “tour en helicóptero Kauai” me rondaba desde que reservé — pero sentado ahí, con la bahía de Hanalei extendiéndose bajo nosotros, ya no importaba. Intenté pronunciar bien “Na Pali”; Keahi me corrigió con paciencia (todavía no logro pronunciar bien la ‘r’). La costa Na Pali es otra historia: crestas verdes y afiladas que caen directo al agua azul, sin carreteras a la vista. Nos quedamos suspendidos el tiempo suficiente para que notara unos barquitos moviéndose allá abajo. No sé por qué eso se me quedó grabado.
El clima estaba cambiante ese día, así que el monte Wai‘ale‘ale permaneció medio oculto en la niebla — parece que aquí es normal. Fue como volar dentro del sueño de alguien durante una hora. Al aterrizar de nuevo en el heliopuerto de Lihue, me di cuenta de que tenía las palmas sudadas de tanto agarrarme (clásico). A veces todavía pienso en esas cascadas cuando escucho la lluvia golpear mi ventana en casa.
El vuelo dura aproximadamente entre 50 y 55 minutos, según las condiciones del clima.
No incluye recogida en hotel; los pasajeros deben presentarse en el heliopuerto de Lihue una hora antes del vuelo.
Sobrevolarás el valle Hanapepe, las cascadas Manawaiopuna (“Jurassic Park”), el cañón Olokele, el cañón Waimea, la costa Na Pali, la bahía Hanalei y, si el clima lo permite, el monte Wai‘ale‘ale.
Sí, tanto el heliopuerto como el helicóptero cuentan con accesos para sillas de ruedas y hay un elevador para facilitar el embarque.
Sí; los niños menores de 23 meses viajan gratis en el regazo de un adulto.
Por seguridad, no se permiten bolsos grandes, cámaras voluminosas ni palos de selfie dentro del helicóptero.
Sí; los auriculares de comunicación bidireccional te permiten conversar con el piloto en todo momento.
La ruta puede cambiar según el clima; algunos puntos como el monte Wai‘ale‘ale podrían omitirse si la visibilidad es mala.
Tu día incluye el check-in en el heliopuerto de Lihue con control de peso y briefing de seguridad antes de subir al helicóptero Eco-Star. Tendrás asientos tipo business, auriculares Bose con cancelación de ruido para comunicarte claramente con tu piloto-guía certificado por el Estado de Hawaii, además de todos los impuestos y tasas incluidos en la reserva.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?