Buscarás gemas en canales de agua, acariciarás cabras juguetonas en su corral y recorrerás un aviario lleno de pavos reales y faisanes—todo en Hendersonville. Con equipo incluido y acceso sencillo, te relajarás y seguro te reirás con alguna cabra.
Lo primero que noté fue el sonido: agua corriendo por canales de madera, risas de niños y un gallo cantando detrás del granero. Apenas bajamos del coche en Hendersonville, alguien nos entregó una pequeña batea para buscar gemas. No sé qué esperaba, pero resultó sorprendentemente relajante tamizar el agua fría y la grava, con la esperanza de ver un destello de color. El aire olía a piedra mojada y heno. Nuestra guía—creo que se llamaba Carol—nos enseñó a distinguir el cuarzo de las piedras comunes. Tenía una forma de explicar que te animaba a seguir cavando.
Después de guardar nuestras pequeñas joyas (yo encontré algo verde—quizá solo vidrio), nos acercamos al corral de cabras. Las cabras eran más amigables que algunas personas que conozco; una mordisqueó mi cordón del zapato mientras otra se apoyaba en mi mano como un perro. Había un cabrito llamado Pickles que no paraba de intentar trepar la cerca. El ambiente era muy tranquilo, nadie te apuraba ni se molestaba si solo querías quedarte ahí escuchando a las cabras masticar. Es curioso cómo se vuelve todo silencioso cuando dejas de hablar por un momento—solo el viento en los árboles y esos suaves sonidos de resoplidos.
Lo que más me sorprendió fue el aviario. Los pavos reales caminaban con aire de dueños del lugar—uno hasta gritó justo cuando intentaba tomar una foto (gracias por eso). También había faisanes con colores salvajes que no esperas ver en Carolina del Norte. Me contaron que es la tienda de cristales más grande del estado, así que entramos antes de irnos. Estantes llenos de fósiles y piedras—algunas lisas como vidrio, otras ásperas al tacto. No compré nada, pero aún recuerdo un cuarzo ahumado que atrapaba la luz de forma especial.
Sí, la minería de gemas está incluida con todo el equipo necesario.
Sí, los visitantes pueden interactuar y acariciar cabras en el corral de la granja.
Sí, visitarás un aviario con pavos reales, faisanes y más.
Sí, el transporte y las instalaciones son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos.
Sí, puedes conservar lo que encuentres durante la minería en esta excursión.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta experiencia.
Tu día incluye acceso completo al aviario con sus aves coloridas, tiempo en la granja para acariciar cabras amigables, todo el equipo para minería de gemas para que te quedes con tus hallazgos en canales interiores o exteriores, además de espacio para explorar arroyos o probar un circuito de obstáculos si te animas—todo pensado para que todos se sientan bienvenidos.
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