Pisarás las salinas crujientes de Antelope Island, verás bisontes salvajes bajo un cielo infinito y recorrerás los pasillos del Rancho Fielding Garr llenos de historias locales. Con recogida incluida en Salt Lake City y un guía que conoce cada rincón, te irás con sal en los zapatos — y quizás una nueva forma de ver el mundo.
Salimos de Salt Lake City justo después del desayuno — aún podía oler el café en mis manos. Nuestro guía, Mark, tenía una forma sencilla y natural de contar la historia del lago sin que pareciera una clase. Al cruzar el camino hacia Antelope Island State Park, el agua brillaba con un tono casi metálico bajo la luz de la mañana. Es curioso lo silencioso que se pone todo allá afuera — solo el viento y el canto ocasional de algún pájaro. Alguien del grupo preguntó si el lago siempre olía tan salado (sí, siempre), y Mark se rió diciendo que nunca te acostumbras del todo.
Primero paramos en Bridger Bay. La arena se sentía áspera y fresca bajo mis zapatos — nada que ver con ninguna playa que haya visitado. Había algunos locales paseando a sus perros, que nos saludaban con un gesto al pasar. La caminata a Buffalo Point no es larga (unos treinta minutos ida y vuelta), pero yo me detenía cada poco para buscar bisontes. De hecho, vimos una pequeña manada a lo lejos — parecían sombras oscuras moviéndose entre la hierba dorada. La verdad, no esperaba sentirme tan pequeño bajo ese cielo tan inmenso.
Más tarde, en el Rancho Fielding Garr, Mark nos mostró herramientas antiguas colgadas en vigas gastadas por el tiempo. El rancho olía a polvo y heno — o tal vez solo era mi imaginación. Una mujer que trabaja allí nos contó historias de los primeros colonos; sus manos se movían sin parar mientras hablaba, como si moldeara las palabras en el aire. Observamos antílopes y ciervos mula cerca de algunos álamos, pero sobre todo escuchamos el susurro de los pájaros en las copas. Era más tranquilo de lo que imaginaba un lugar lleno de vida salvaje.
El regreso se sintió más lento, no sé si por las piernas cansadas o por esa sensación de haber visto tanto espacio abierto de golpe. Sea como sea, todavía recuerdo esa vista sobre el Gran Lago Salado — agua plateada que se extiende hasta el infinito, con bisontes pastando en algún lugar que no alcanzas a ver.
El tour dura aproximadamente 5 horas y media, incluyendo el traslado desde Salt Lake City.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos para hoteles seleccionados en Salt Lake City.
Podrás ver bisontes en libertad, ciervos mula, antílopes, ovejas cimarronas y muchas aves a lo largo de la orilla del lago.
No se incluye almuerzo; sí se ofrece agua embotellada, pero es recomendable llevar algún snack.
La caminata a Buffalo Point es de aproximadamente 1.5 km ida y vuelta y apta para la mayoría de los niveles físicos.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto; los bebés pueden ir en cochecito o carriola.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la excursión.
Sí, todos los impuestos y entradas están incluidos en el precio de la reserva.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Salt Lake City, transporte cómodo con agua embotellada, todas las entradas al parque cubiertas para que no tengas que preocuparte por efectivo o tickets en Antelope Island State Park o Rancho Fielding Garr — además de un guía local que conoce cada atajo y cada historia que vale la pena antes de regresar juntos a la ciudad.
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