Saldrás de Las Vegas pasando por la Presa Hoover y bosques milenarios de Joshua antes de llegar al Gran Cañón West Rim con un grupo pequeño y guía local. Camina por el borde de Eagle Point o explora las viviendas nativas, luego disfruta un almuerzo con vistas a las enormes paredes del cañón. Si te animas, añade un paseo en helicóptero hasta el río Colorado para ver todo desde otro ángulo—todo incluido con recogida y comida.
Ya estábamos a mitad de camino hacia el Gran Cañón West Rim cuando me di cuenta de lo tranquilo que estaba el van—solo el suave ruido de las ruedas y alguien desenrollando un muffin detrás de mí. Nuestro guía, Mike, rompió el silencio señalando la Presa Hoover por la ventana. Tenía esa habilidad de hacer que hasta el concreto pareciera interesante—algo en sus curvas contra esas rocas duras. Paramos para sacar fotos, entrecerrando los ojos por el sol y riéndonos del viento que nos despeinaba. Olía a aceite de motor y polvo del desierto. No esperaba que me importara una presa, pero verla en persona te deja algo.
El camino hacia Arizona parecía no acabar—tierra seca salpicada de esos puntiagudos árboles de Joshua (Mike dijo que algunos son más viejos que cualquier ciudad donde he vivido). Cuando finalmente llegamos al Gran Cañón West Rim, fue casi demasiado para asimilar de golpe. El aire se sentía ligero y brillante; podías ver kilómetros desde Eagle Point. Hay una roca que parece un águila si miras bien—una de las guías Hualapai me mostró dónde pararme para la mejor foto. Sonrió cuando intenté decir “gracias” en su idioma; seguro que lo dije mal, pero solo se rió.
Me salté el Skywalk (mis rodillas dijeron que no) pero me perdí entre las viviendas nativas—paredes bajas, olor a humo de una fogata cercana. El almuerzo fue sencillo pero rico: sándwich, papas, agua fría directo de la nevera. En Guano Point me paré justo al borde y vi cómo la luz del sol bailaba dentro del cañón hasta que me dio un vuelco el estómago. Se ve el río Colorado allá abajo—un hilo verde cortando entre tanta piedra roja.
Si reservas la opción en helicóptero (yo no lo hice, pero dos del grupo sí), bajas 1,200 metros hasta el fondo del cañón y ves los acantilados desde abajo. Volvieron con una sonrisa de niños que se escaparon con algo—dijeron que es ruidoso y salvaje junto al río. Quizá la próxima vez me atreva… o tal vez no. De todas formas, a veces sigo pensando en esa vista desde Guano Point cuando el ruido de casa me agobia.
El tour de día completo suele durar unas 10–11 horas, incluyendo recogida y regreso al hotel.
Sí, la recogida y el regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Harás parada para fotos en la Presa Hoover, pasarás por el bosque de Joshua, y visitarás Eagle Point y Guano Point en el Gran Cañón West Rim.
Sí, el almuerzo está incluido en el Gran Cañón West Rim junto con agua embotellada y snacks como muffins o queso.
Sí, puedes añadir la opción de vuelo en helicóptero desde el borde hasta el fondo del cañón sobre el río Colorado.
Se recomienda tener un nivel de forma física moderado; si viajas con bebés, hay asientos especiales disponibles.
Sí, opera en cualquier época del año; solo viste ropa adecuada para el clima del desierto.
Tendrás alrededor de cuatro horas para explorar Eagle Point, Guano Point y otros puntos del borde.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Las Vegas, snacks para el desayuno como muffins o queso con jugo a bordo, todas las entradas para la parada en la Presa Hoover y el acceso al Gran Cañón West Rim, además de un almuerzo sencillo con vistas al cañón. Siempre tendrás agua embotellada a mano—y si eliges la opción, también un vuelo en helicóptero hasta el río Colorado antes de volver cómodamente.
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