Flota por Glenwood Canyon en un paseo suave por el río Colorado con guía local, haciendo paradas para nadar o meter los pies en aguas termales naturales. Momentos de calma entre risas y salpicaduras, con todo el equipo incluido y opción de recogida en hotel para empezar sin complicaciones.
Lo primero que noté al llegar al embarcadero Defiance en Glenwood Springs fue cómo todos parecían relajarse al instante, incluso antes de tocar el agua. Nuestro guía, Jamie, repartió unas chaquetas impermeables y bromeó sobre “la moda más cool para el río”, lo que rompió el hielo con mi sobrino nervioso. Tras una rápida explicación (chalecos salvavidas, cascos — todo eso), subimos al shuttle que nos llevó hacia Glenwood Canyon. El viaje ya fue como un adelanto: paredes de roca que se elevaban a nuestro alrededor, la luz del sol filtrándose entre los álamos. Pensé, “Así es de verdad el río Colorado de las postales”.
Empezamos a remar en Grizzly Creek, y enseguida la corriente nos llevó — no rápido, justo lo suficiente para sentir que avanzas. Jamie señaló unas vetas rojas en las paredes del cañón y nos contó cómo se formaron (me perdí la mitad porque mi sobrina empezó a salpicarme). El aire olía fresco y limpio, casi mineral — ¿sería por las aguas termales que se mezclan río abajo? Había algunas pequeñas olas clase I–II que nos mojaron un poco, pero nada intenso; perfecto para nuestro grupo, con dos niños menores de 10 y mi mamá que no sabe nadar. En un momento Jamie preguntó si alguien quería tirarse al agua. Mi sobrino fue el primero en lanzarse — yo lo seguí, esperando agua helada, pero no estuvo tan mal (o quizás me entumecí rápido?).
Cerca de Glenwood Springs, Jamie nos mostró donde el agua tibia brota directo al Colorado desde unas aguas termales escondidas en la orilla. Nos detuvimos para que la gente pudiera meter los pies o sentarse en las rocas lisas mientras el vapor subía a nuestro alrededor. El sol apareció por un momento y juraría que todo olía a azufre y agujas de pino. Hubo un instante de silencio donde nadie habló — solo el agua pasando y la risa de un niño río arriba. Es curioso lo que se queda grabado.
No esperaba sentirme tan tranquilo al final de esta media jornada en balsa. Quizás fue por estar en manos de alguien que conoce cada curva de Glenwood Canyon, o simplemente por dejarse llevar con la familia sin prisas. Sea como sea, todavía recuerdo esa vista hacia Grizzly Creek mientras flotábamos de regreso al pueblo — como si el tiempo se hubiera detenido un rato.
La media jornada dura entre 2 y 2.5 horas, según el caudal del río.
El punto de encuentro es el embarcadero Defiance en Glenwood Springs antes de tomar el shuttle hacia Grizzly Creek para iniciar el recorrido.
Sí, se ofrece recogida y regreso gratis al hotel con aviso previo de 24 horas; llama para coordinar.
Sí, los niños son bienvenidos siempre que pesen al menos 13.5 kg y estén acompañados por un adulto.
Sí, es apto para todos los niveles físicos; se proporcionan y exigen chalecos salvavidas.
Vístete según el clima; se ofrecen trajes de neopreno, botines, chaquetas impermeables, cascos y chalecos si los necesitas.
Sí, se permiten animales de servicio y los bebés o niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito.
El paseo se hace con cualquier clima; solo vístete apropiadamente.
Tu día incluye transporte en shuttle desde Glenwood Springs hasta Grizzly Creek (con recogida gratuita en hotel si llamas antes), todo el equipo de seguridad como cascos y chalecos salvavidas, además de trajes de neopreno o chaquetas impermeables opcionales sin costo extra, y muchas oportunidades para nadar o remojar los pies en las aguas termales junto al río antes de regresar juntos al pueblo.
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