Deslízate en kayak transparente por las aguas de Fort Pierce, explorando túneles sombreados de manglares con un guía local que conoce cada rincón. Observa delfines o manatíes bajo tu kayak y detente a escuchar el canto de los pájaros. Incluye todo el equipo y guía suave para remar — momentos de calma que recordarás por mucho tiempo.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido — no olas, sino el suave roce de los remos contra el plástico transparente, que resonaba bajo las ramas de los manglares. Apenas habíamos salido de la orilla en Fort Pierce Inlet State Park cuando nuestro guía, Jamie, sonrió y señaló una garceta blanca que caminaba entre las raíces. El agua estaba tan cristalina que podías ver hasta el fondo — pequeños peces que se movían rápido, algún cangrejo (jamás supe cómo lo llamó Jamie), y en una ocasión, la sombra de algo más grande que nos hizo asomarnos todos al mismo tiempo. ¿Un manatí? O tal vez solo queríamos verlo. Sea como sea, me sentí como un niño otra vez.
Nunca había probado un kayak transparente, así que me costó un poco acostumbrarme a ver mis propios pies flotando sobre la hierba marina. Jamie nos dio unos consejos rápidos para remar — nada complicado, solo lo justo para no chocarnos entre nosotros ni con los manglares. El aire olía a sal y a verde. Después de unos veinte minutos (el tiempo parecía ir distinto allá afuera), entramos en unos túneles estrechos donde la luz se filtraba en manchas frescas y suaves. Solo se escuchaban los pájaros arriba y alguna risa nerviosa cuando alguien veía algo moverse entre las raíces. En un punto paramos solo para escuchar — sin hablar, solo el goteo del agua y las hojas rozando los cascos.
Más allá de la entrada del túnel vimos delfines — no lo suficientemente cerca para tocarlos, pero sí para que todos empezáramos a susurrar para no asustarlos. En un momento Jamie sacó una concha y la pasó para que la viéramos; yo la dejé caer sin querer (perdón). Ella contó historias sobre cómo estos manglares protegen Fort Pierce de las tormentas, y eso me hizo mirar esas raíces enredadas con otros ojos. La excursión duró unas dos horas pero no se sintió apresurada; a veces navegábamos más a la deriva que remando, especialmente cuando alguien veía algo nuevo bajo el kayak.
Sigo pensando en esa sensación extraña de flotar sobre otro mundo — peces que destellan abajo, rayos de sol enredados en las ramas arriba. Si buscas algo ruidoso o rápido, esto no es para ti. Pero si quieres tomarte tu tiempo y descubrir lo que hay justo bajo tus pies (literalmente), pues… lo haría otra vez mañana mismo.
El recorrido dura entre 2 y 2.5 horas, según la velocidad del grupo y los avistamientos de fauna.
Sí, se proporcionan kayaks (dobles o individuales), chalecos salvavidas, remos y silbatos.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto y los niños pequeños pueden usar cochecito o carriola.
Sí, tanto el transporte como las instalaciones son accesibles para sillas de ruedas.
Podrás ver tortugas, delfines, manatíes, peces, cangrejos y varias aves durante el recorrido.
Sí, en ciertos puntos puedes salir del kayak y disfrutar del agua.
No, no se requiere experiencia; se dan instrucciones básicas antes de comenzar.
Tu día incluye el uso de un kayak transparente doble o individual con chalecos salvavidas, remos y silbatos para todos en tu grupo, además de instrucciones completas de remo por parte de tu guía local antes de adentrarse juntos en los túneles de manglares de Fort Pierce.
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