Recorre los canales serpenteantes de Fort Lauderdale en un clásico barco paddlewheel con narración en vivo de guías locales, viendo mega yates y mansiones antiguas a lo largo del río New y la Intracoastal Waterway. Ríe, siente la brisa y relájate mientras ves la vida desde otra perspectiva.
Lo primero que noté al subir al Carrie B fue el murmullo tranquilo de las conversaciones: familias, parejas y algunos viajeros solos como yo, todos buscando su lugar. El aire olía a sal marina, pero también a protector solar y palomitas del snack bar. Nuestra guía —creo que se llamaba Janice— nos invitó a subir a la cubierta para tomar aire fresco. No lo dudé. Hay algo especial en ver Fort Lauderdale desde aquí, deslizándote por el río New, que te hace sentir como si estuvieras espiando el detrás de cámaras de una película.
Navegamos frente a mansiones impresionantes —unas con estatuas en el jardín, otras hechas casi enteramente de cristal y palmeras. Janice nos contó cuáles se construyeron en los años 20 por unos pocos miles de dólares (increíble pensar en eso hoy) y cuáles se vendieron el año pasado por millones. Tenía una forma de contar datos sin sonar a libro de texto. En un momento bromeó sobre haberse perdido de niña en Colee Hammock Park; todos nos reímos, incluso un señor mayor a mi lado que también creció aquí. Pensé en la frase “crucero turístico Fort Lauderdale” porque, honestamente, así debería sentirse: sin prisas y sin guion.
Me apoyé en la barandilla mientras pasábamos bajo el túnel Henry E. Kinney —por un instante estuvo más oscuro de lo esperado y luego, de repente, el sol nos cegó con todos esos yates alineados en Port Everglades. Algunos eran tan grandes que parecían de mentira. Una niña cerca presionó la nariz contra el cristal y susurró: “Ese tiene helicóptero.” Su mamá me sonrió como si tampoco pudiera creerlo. Tomamos bebidas frías (hay bar completo abajo si quieres), disfrutando el ritmo pausado del agua golpeando el casco. Todavía recuerdo esa vista desde la cubierta superior —la luz reflejándose en todo, extraños compartiendo momentos pequeños.
El recorrido dura aproximadamente 1.5 horas.
El tour comienza en el centro de Fort Lauderdale, cerca de la casa Stranahan.
Sí, guías locales ofrecen narración en vivo durante todo el recorrido.
Sí, hay servicio de bar completo con snacks ligeros para comprar.
Sí, los cruceros en Carrie B son accesibles para personas en silla de ruedas.
Sí, se permite llevar bebés y niños pequeños en cochecito o carriola.
Verás casas históricas en Rio Vista y Colee Hammock, mega yates en el río New y Port Everglades, además de vistas del hotel Riverside y el museo Stranahan House.
Tu día incluye un crucero narrado de 1.5 horas en el barco paddlewheel Carrie B por el río New y la Intracoastal Waterway de Fort Lauderdale con comentarios en vivo de guías locales; acceso a la cubierta al aire libre con toldo o al interior con aire acondicionado; además de servicio de bar con snacks y bebidas durante todo el paseo.
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