Recorre el bosque nevado de Chatanika en un trineo real con un guía dueño, conoce a todos los perros (¡y cachorros!) y luego caliéntate con chocolate caliente dentro de su cúpula. Grupos pequeños y experiencia práctica — saldrás con las mejillas heladas y una sonrisa tonta.
“¡Tienes que inclinarte hacia adelante!” gritó nuestra guía justo cuando los perros arrancaron — apenas tuve tiempo de sentir el aire frío en mis mejillas antes de volar entre los árboles de corteza blanca cerca de Fairbanks. Los patines del trineo hacían un suave susurro sobre la nieve, y de vez en cuando olía a pino y a algo terroso, tal vez de los perros mismos. Nuestra guía, Anna, que dirige Howling Bay Kennel con su familia, nos señalaba antiguos senderos de tramperos y contaba historias de cómo la gente dependía de estos equipos para todo. Su risa al contar las anécdotas hacía que pareciera que la conocieras de toda la vida.
No esperaba encariñarme tanto con los perros — todos tienen personalidades distintas, algunos nerviosos y con ojos brillantes, otros solo querían que les rascaran las orejas. Después del paseo de 45 minutos (que se sintió tanto más largo como más corto), pudimos agradecer a cada perro por su nombre. Anna me tomó una foto con uno de los perros líderes más viejos que, según ella, “cree que es el dueño del lugar”. También había cachorros — patitas diminutas y dientes afilados mordisqueando mi guante. Tenía las manos congeladas, pero no me importaba. Luego todos nos metimos en su cúpula geodésica, con tazas de chocolate caliente que sabían aún mejor después del viento. Las botas de alguien humeaban junto al calentador; olía a lana mojada y cacao.
Todavía recuerdo ese silencio extraño cuando el trineo se detuvo en medio del bosque — solo respiraciones, perros jadeando, nada de tráfico, solo nieve cayendo de las ramas. Si buscas una aventura en trineo cerca de Fairbanks que sea auténtica y sin prisas (solo hacen dos grupos al día), esta es la indicada. Eso sí, lleva una capa extra; creí que iba bien preparado pero… Alaska siempre gana.
El paseo dura unos 45 minutos por el bosque de Chatanika.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto.
El límite es de 113 kg por persona con ropa puesta; contacta con ellos si necesitas excepciones.
Sí, después del paseo podrás conocer, acariciar y hacer fotos con todos los perros, incluidos los cachorros.
Sí, se sirve chocolate caliente dentro de una cúpula geodésica tras el paseo.
Es una experiencia en grupos pequeños — solo hay dos turnos diarios.
El tour es en el bosque de Chatanika, cerca de Fairbanks, Alaska.
Tu día incluye un paseo guiado en trineo tirado por perros por el bosque nevado de Chatanika con un dueño de Howling Bay Kennel, tiempo para conocer y acariciar a todos sus perros (y cachorros), fotos para ti y chocolate caliente dentro de su cálida cúpula geodésica al final.
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