Te alojarás en una cálida cabaña cerca de Fairbanks con vistas panorámicas a las auroras boreales, chocolate caliente en mano y risas jugando a juegos de mesa. Con fotos gratis y snacks ilimitados, compartirás momentos tranquilos bajo el brillo de la aurora y te llevarás un recuerdo inolvidable.
No esperaba sentir tanta paz la primera vez que entramos a la cabaña Aurora Camp cerca de Murphy Dome. Hay algo especial en ver todo ese espacio afuera a través de esas enormes ventanas —conté seis—, como si estuvieras dentro pero a la vez conectado con la naturaleza. El aire olía a pino y nieve (o tal vez fue mi imaginación), y nuestra guía, Li, me entregó una taza de chocolate caliente antes de que me quitara las botas. Estaba casi demasiado caliente para sostener, pero la verdad es que lo necesitaba. Me dijo que este es el mejor lugar para ver la aurora porque no hay contaminación lumínica, solo cielo abierto en todas direcciones.
Apenas nos acomodamos alguien sacó un juego de mesa antiguo (perdí en Scrabble en tiempo récord) y Li empezó a explicar cómo funcionan las auroras —algo sobre vientos solares y partículas que solo entendí a medias pero fingí seguir. Afuera todo estaba tan quieto que casi podías escuchar tu propia respiración. Cuando finalmente aparecieron las luces (no tan temprano como esperaba), todos nos quedamos pegados a los cristales o saliendo al porche, con caras iluminadas de verde y púrpura. Li nos tomó fotos a cada uno —me hizo reír tanto intentando posar que me dolían las mejillas después. Esa foto probablemente sea mi recuerdo favorito de Alaska.
Más tarde, la gente se movía entre bocadillos (apareció pizza en un momento —aún no sé quién la trajo) y mirar el cielo. Algunos intentaron karaoke; otros se quedaron en silencio con su té o café esperando otro destello de color. No podía dejar de pensar en lo raro que era sentirse tan cómodo rodeado de desconocidos que compartían la misma esperanza: ver algo más grande que nosotros juntos, aunque fuera por poco tiempo. Y sí, a veces el show no es perfecto (Li nos avisó), pero hasta la espera tenía su magia.
Sí, ofrecemos recogida y regreso desde hoteles y Airbnbs en Fairbanks y North Pole si eliges la opción de traslado.
Sí, puedes conducir tu coche de alquiler; las carreteras están bien mantenidas y son fáciles de acceder.
Las auroras no están garantizadas; se puede reprogramar según clima y disponibilidad—llama para confirmar.
Sí, tienes chocolate caliente, café, té y snacks como papas fritas y palomitas ilimitados durante toda la visita.
Sí, la cabaña cuenta con baño interior para mayor comodidad.
Aurora Camp recibe reservas del 21 de agosto al 10 de abril cada año.
Sí, todos los huéspedes reciben retratos profesionales bajo las auroras sin costo adicional.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos en este tour.
Tu noche incluye recogida en hotel si eliges esa opción (o fácil acceso por tu cuenta), entrada a una cabaña nueva en las alturas con ventanas panorámicas para ver auroras, chocolate caliente, café o té ilimitados, snacks como pizza o palomitas cuando quieras, y fotos profesionales gratis para que te lleves un recuerdo único antes de volver tarde en la noche.
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