Flotarás tranquilo junto a manatíes salvajes en Crystal River, guiado por un experto local que conoce cada rincón de los manantiales. Con solo seis personas por barco y todo el equipo de snorkel incluido, tendrás tiempo para observar de cerca a estos animales tan tiernos — y luego calentarte con un café a bordo. Hay algo profundamente conmovedor en cruzar su mirada bajo el agua.
Lo primero que noté fue el silencio — no un silencio absoluto, sino ese suave murmullo acuático que se siente cuando todos contienen la respiración. Acabábamos de deslizarse por el costado del barco, con los trajes de neopreno pegados incómodamente (el mío siempre me queda apretado al principio), y el agua del río estaba más fría de lo que esperaba. Nuestra guía, Jamie, sonrió tras su máscara y nos hizo señas para que avanzáramos. Nos había dicho que nos moviéramos despacio — “como si flotaras en un sueño,” dijo — para no asustar a los manatíes. Lo intenté, pero mis aletas hacían esos pequeños chapoteos de todos modos.
Casi me pierdo al primero. Solo una gran sombra gris deslizándose bajo mí, como una piedra antigua que cobra vida. Jamie señaló y de repente ahí estaba — un manatí, tan cerca que podía ver sus bigotes moverse mientras mordisqueaba algo verde. No parecía molestarle nuestra presencia; simplemente flotaba, parpadeando con esa calma que tienen. Alguien detrás mío susurró “wow,” pero la verdad es que el momento era demasiado pacífico para palabras. El agua olía a tierra y hojas, nada salada, y de vez en cuando escuchaba una risa apagada o el clic de una cámara bajo el agua.
Después de un rato, se me entumecieron los dedos de tanto agarrar el snorkel (siempre me pongo nervioso por perderlo), pero no podía dejar de mirar a esos enormes y suaves animales simplemente… existiendo. Jamie nos contó sobre sus cicatrices por hélices de barcos y por qué Crystal River es tan vital para ellos — algo sobre la temperatura constante de los manantiales que los mantiene seguros todo el año. Respondió todas las preguntas con paciencia, incluso cuando por accidente los llamé “vacas marinas” (se rió y dijo que los locales también usan ese nombre). Toda la experiencia se sintió más como ser parte de un secreto que un tour común.
De regreso en el pontón climatizado, alguien pasó café (que sabía aún mejor con el pelo mojado goteando por mi espalda). Vimos algunas fotos que la guía tomó bajo el agua — hay una donde aparezco totalmente asombrado junto a la nariz de un manatí. Aún me saca una sonrisa recordarlo.
Cada barco lleva un máximo de seis pasajeros para una experiencia en grupo pequeño.
Sí, el traje de neopreno y todo el equipo necesario están incluidos en la reserva.
Sí, niños de todas las edades pueden unirse, pero los menores de 6 años deben usar chaleco salvavidas mientras el barco está en movimiento.
Sí, después del check-in te llevan al punto de salida en una van cómoda.
Los animales de servicio están permitidos en este tour.
Un fotógrafo toma fotos durante el tour; luego puedes comprarlas por separado si quieres.
Se ofrece café y té a bordo después de nadar.
Puedes nadar con manatíes salvajes todo el año gracias a la temperatura constante de los manantiales en Crystal River.
Tu día comienza con el check-in en Salty Siren Tours, donde te ajustarán el traje de neopreno y el equipo de snorkel antes de conocer a tu guía y fotógrafo. Tras aprender cómo interactuar respetuosamente con los manatíes, viajarás en un pontón cerrado y climatizado hacia Crystal River para tu nado. Se proporciona agua embotellada a bordo, así como café o té después de la experiencia antes de regresar juntos a la orilla.
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