Navega en catamarán por la laguna Banana River en Cocoa Beach, avista delfines y manatíes con un guía local y relájate bajo sombra con bebidas frías incluidas. Observa aves costeras pasar por Thousand Islands y disfruta momentos tranquilos en cubierta—son esos pequeños detalles los que hacen el viaje inolvidable.
Lo primero que noté fue el sabor del aire: un poco salado, pero más suave de lo que esperaba. Subimos al catamarán en Cocoa Beach y de inmediato se creó una charla amena entre nuestro grupo y el Capitán Mike (que, por lo visto, lleva toda la vida aquí). Señaló un pelícano que rozaba el agua con las alas, parecía que se iba a mojar. Intenté sacar una foto pero solo salió borrosa—supongo que había que estar ahí para sentirlo.
El barco se deslizó hacia la laguna Banana River, mucho más tranquila que el lado del océano. Todo estaba en silencio, salvo el chapoteo del agua contra el casco y la risa de un niño al ver asomar el hocico de un manatí. En un momento aparecieron dos delfines, girando entre ellos como si quisieran impresionar. El Capitán Mike nos contó que son visitantes habituales, pero no prometió nada (algo que valoro). El sol calentaba sin agobiar; la mayoría se quedó bajo la sombra, tomando refrescos fríos del cooler. Me asomé al barandal solo para ver el agua girar abajo, casi hipnótico.
No esperaba disfrutar tanto de simplemente dejarme llevar entre esas islas enredadas—las llaman Thousand Islands. Se ven destellos de aves coloridas o a veces nada más que verde y cielo. Alguien preguntó si veríamos caimanes (no, aquí no), y Mike se rió un buen rato con eso. Hay un baño a bordo que mi sobrina agradeció después de su tercera botella de agua—un detalle pequeño pero súper importante cuando estás un par de horas navegando.
Saludamos a unos kayakistas que gritaban algo sobre peces saltando cerca de sus remos—no alcancé a oír bien por el viento. De regreso me quedé en silencio un rato, viendo cómo el sol jugaba con el reflejo en el agua. Es curioso lo que se queda en la memoria; de vez en cuando aún recuerdo esa sensación de calma.
El tour dura aproximadamente 2 horas en el agua.
Sí, durante el recorrido se ofrecen agua embotellada y refrescos.
Sí, a bordo hay zonas con sombra para mayor comodidad.
Es común verlos, pero no está garantizado porque la fauna es impredecible.
Sí, el catamarán cuenta con baño para los pasajeros.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola a bordo.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de embarque.
Sí, personas con cualquier nivel de condición física pueden disfrutarlo sin problema.
Tu día incluye navegar en un catamarán amplio por la laguna Banana River en Cocoa Beach con asientos con sombra, agua embotellada y refrescos del cooler a bordo, además de baño disponible, todo guiado por un local que comparte historias durante el recorrido.
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