Sube a un barco gigante con forma de tiburón en Clearwater Beach para un tour narrado de una hora, con historias locales, casas de famosos y muchas oportunidades para ver delfines saltando en la estela. Risas, aire marino, asientos con sombra y momentos para desconectar por completo.
Lo primero que me llamó la atención fue la enorme sonrisa de tiburón que nos miraba desde el muelle—la verdad, me reí en voz alta. El barco Mega Bite parece que te podría tragar entero (pero en plan divertido), aunque al subir descubrimos que todo era asientos acolchonados y sombra, nada de dientes. Nuestro guía soltó un chiste diciendo que eran “el único tiburón que los delfines adoran”, y eso marcó el tono: nada serio, solo gente buscando pasarla bien en Clearwater Beach. El motor rugió y nos alejamos del muelle, con gaviotas volando arriba y el aire salado—puro Florida.
No esperaba engancharme tanto a buscar delfines, pero hay algo especial en esperar ese destello plateado en la estela detrás del barco—todos asomados al barandal, conteniendo la respiración. Cuando apareció un grupo (¿tres?), empezaron a saltar justo en las olas que nuestro barco levantaba. Un niño gritó “¡nos están compitiendo!” y, la verdad, se sentía así. El capitán bajó la velocidad para que pudiéramos ver mejor y nos contó datos curiosos de cada delfín (“esa tiene una muesca en la aleta—los locales la llaman Sally”). Intenté grabar, pero terminé riéndome de mí mismo mientras peleaba con el móvil.
Navegamos frente a enormes casas frente al mar—el guía señaló cuáles eran de celebridades locales (no voy a dar nombres, pero algunas eran impresionantes). Hubo un momento raro de paz al pasar junto a una isla llena solo de manglares y pelícanos; el sol brillando en el agua y la brisa moviendo mi cabello. Alguien pasó unos snacks (lleva los tuyos, está permitido), y me di cuenta de lo fácil que es relajarse cuando solo te preocupa no mojarte si te sientas muy al borde. La hora voló. Sigo pensando en esos delfines persiguiendo nuestra estela—parecía que nos invitaban a un juego secreto.
El tour dura aproximadamente una hora.
Sí, hay zonas cubiertas con sombra y también espacios al sol.
Sí, el barco cuenta con baño disponible.
Puedes llevar tus propios snacks y bebidas (no se permiten botellas de vidrio).
Sí, es familiar y apto para todas las edades.
El tour sale desde Clearwater Beach.
Ver delfines es común, pero no está garantizado ya que son animales salvajes.
Las entradas no son reembolsables, salvo que el operador cancele.
Tu día incluye un paseo narrado de una hora en Clearwater Beach a bordo de un barco con forma de tiburón, con opciones de asientos a la sombra y al sol, baño a bordo y permiso para llevar snacks y bebidas (sin vidrio). Los guías locales comparten historias mientras ves delfines jugar en la estela antes de regresar juntos a la orilla.
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