Disfrutarás de un paseo en barco con un capitán local por Chincoteague y Assateague, viendo ponis salvajes de cerca y, si tienes suerte, delfines o águilas. Escucha historias reales sobre la historia y cultura de las islas mientras navegas por tranquilos canales y la bahía abierta. No es solo marcar casillas, es sentir que formas parte de este lugar por unas horas.
No esperaba que el agua oliera tan limpia aquí — a sal y hierba de mar, nada que ver con el paseo marítimo del pueblo. Nuestro capitán, Dave (que lleva haciendo esto desde antes de que yo naciera), nos llevó desde el muelle de Chincoteague justo después del amanecer. Nos preguntó qué queríamos ver — “¿ponis? ¿delfines? ¿o solo tranquilidad?” Mi sobrina dijo “ponis”, así que quedó claro. El aire estaba fresco pero no frío, el sol empezaba a disipar la niebla. Era como colarnos en el jardín secreto de alguien más.
Navegamos por esos canales estrechos entre Chincoteague y Assateague, con el motor casi en silencio. Dave señaló un águila calva posada en una rama muerta — sinceramente, me lo habría perdido si no hubiera bajado la velocidad. Había garzas por todas partes, tan quietas que parecían de mentira. De repente, todos en el barco nos quedamos en silencio porque ahí estaban: un grupo entero de ponis de Chincoteague pastando en la orilla. Se oía cómo mordían la hierba, un sonido sorprendentemente fuerte tan cerca. Mi sobrina susurró “son más pequeños de lo que imaginaba.” Tenía razón — no son diminutos, pero tampoco como los caballos normales.
Pasamos por el lugar donde hacen la famosa natación de ponis cada año (Dave nos contó historias de lo salvaje que se pone), luego nos adentramos en mar abierto con la esperanza de ver delfines. No tuvimos suerte ese día — pero la verdad es que no me importó. La luz sobre el agua era dorada y todo parecía detenido por un par de minutos. Alguien intentó pronunciar “Assateague” bien y Dave se rió — “Pareces mi primo de Filadelfia.” Todavía recuerdo esa vista hacia el faro mientras regresábamos; se me quedó grabada más que cualquier postal.
El tour dura 2 horas completas alrededor de las islas Chincoteague y Assateague.
Sí, se ofrecen tours tanto al amanecer como al atardecer según tu preferencia.
Sí, el transporte y todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas.
No se garantiza la avistación, pero los guías hacen todo lo posible para encontrarlos en cada salida.
Podrás ver águilas, águilas pescadoras, garzas, garcetas, pelícanos, delfines y muchas aves locales.
Sí, el transporte privado en barco está incluido en tu reserva.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto o en cochecito; los niños son bienvenidos.
Tu capitán es un guía local con décadas de experiencia navegando estas aguas.
Tu día incluye transporte privado en barco con un capitán local experto que te guiará por más de 40 km de costa entre las islas Chincoteague y Assateague. Verás ponis salvajes y otra fauna de cerca, con horarios flexibles para salidas al amanecer o atardecer; todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas para que todos puedan disfrutar cómodamente.
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