Recorre los bares más emblemáticos de Chicago con un guía disfrazado en esta ruta de bares embrujados y tour de fantasmas. Disfruta tragos donde se escondían gangsters, camina por callejones misteriosos cerca del Biograph Theater, escucha historias escalofriantes en Lincoln Park y termina compartiendo risas (y tal vez algún escalofrío) con otros viajeros bajo las luces de la ciudad.
“¿Alguna vez has sentido que te vigilan en un bar antiguo?” Así empezó Sam, nuestro guía, mientras nos apretujábamos en Glascott’s — un lugar donde la madera parece pegajosa y el aire huele a whisky añejo y algo dulce que no lograba identificar. Sam iba vestido como un camarero de los años 20, con tirantes y todo. Nos contó que el edificio fue un speakeasy durante la Ley Seca (traté de imaginarlo lleno de flappers y contraseñas susurradas), y la verdad, medio esperaba que un fantasma se sentara a mi lado en la barra. Con el primer trago, los nervios se calmaron — o quizás sólo se me nubló un poco la mente.
Después salimos a Lincoln Park, con los zapatos rozando las aceras agrietadas. Hacía más frío del que esperaba para septiembre — ese viento cortante de Chicago se cuela por cualquier rendija en tu chaqueta. Sam nos señaló lugares donde la gente jura haber visto sombras moviéndose después de medianoche. Alguien del grupo aseguró haber sentido un escalofrío en el cuello (yo no, pero quién sabe). La palabra clave aquí es ruta de bares embrujados Chicago, pero en realidad se sentía más como recorrer capas de la memoria de la ciudad con un grupo de desconocidos que pronto se volvieron amigos.
El callejón junto al Biograph Theater fue donde el ambiente se volvió extrañamente silencioso. Sam bajó la voz para hablar de John Dillinger — que fue asesinado justo ahí en 1934 — y por un momento nadie dijo nada. Sólo el ruido lejano del tráfico y una risa que se escuchaba desde la siguiente cuadra. Luego entramos en otro bar (el que tiene cascos de bomberos por todos lados), y traté de decir “salud” con mi peor acento de Chicago. El dueño sonrió pero no me corrigió; sólo nos pasó los menús y dejó que Sam nos contara sobre sus supuestos clientes fantasmales. No sé si creo en esas historias, pero cuando tienes un vaso frío en la mano dentro de un edificio centenario escuchando relatos de fantasmas… pues, quieres creer.
También pasamos por Oz Park — con estatuas asomándose desde rincones sombríos — y terminamos afuera del Red Lion Pub, con sus tablas crujientes y relatos de espíritus que nunca se fueron. Para entonces mis pies dolían, pero no quería que terminara; hay algo en recorrer Chicago de noche con nuevos amigos y fantasmas antiguos que se queda contigo más tiempo del que imaginas.
No, las bebidas no están incluidas; las compras en cada parada.
El recorrido a pie dura aproximadamente 2.5 horas.
Sí, todos los participantes deben ser mayores de 21 años y mostrar una identificación válida.
Visitarás varios bares históricos como Glascott’s Saloon, Hook & Ladder/Halligan Bar, King of Cups, además de paradas fuera del Red Lion Pub y otros en la ruta.
Sí, el tour funciona con cualquier clima; vístete acorde al tiempo en Chicago.
Se recomienda tener una condición física moderada; se camina entre bares en la zona de Lincoln Park.
No, sólo el guía va disfrazado; los participantes no necesitan vestirse.
Tu noche incluye un tour guiado a pie de 2.5 horas con un experto local disfrazado por los bares y barrios más emblemáticos de Chicago—las bebidas corren por tu cuenta, pero la historia (y los escalofríos) están garantizados antes de que regreses a casa bajo las luces de la ciudad.
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