Recorre el corazón de Chicago en este crucero por el río con guía local, mientras los rascacielos se alzan a tu alrededor. Ve cómo se levantan puentes históricos, disfruta bebidas gratis y capta esos pequeños momentos—el reflejo de la ciudad en el agua o risas que flotan—que te acompañan mucho después de bajar del barco.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz se reflejaba en todo ese vidrio: algunos edificios parecían casi azules, otros un plata cegador. Pasamos bajo un puente bajo y olí café (alguien cerca tenía una taza, quizá del pequeño bar del barco), y nuestra guía—que se llamaba Carla—empezó a señalar cuáles torres se construyeron después del Gran Incendio. Nos contó cómo el fuego incluso saltó el río, algo que me pareció increíble. Intenté imaginar cómo sería este lugar después de quedar todo quemado, pero luego miras hacia arriba y ves esas formas tan peculiares y entiendes que la gente aquí debe ser muy tenaz.
Carla tenía esa habilidad de hacer que los arquitectos sonaran como personajes de una vieja novela—decía cosas como “esa es obra de Burnham” o “Mies van der Rohe habría odiado esas cortinas”. En un momento preguntó si alguien sabía qué era un puente basculante, y cuando me equivoqué sonrió y dijo: “Ya lo verás en un momento”. Justo cuando pasamos por debajo, el puente se levantó, con un ruido de engranajes tan fuerte que por un segundo tapó su micrófono. La brisa que venía del agua hizo que mi limonada supiera más fría de lo que realmente estaba. La verdad, no esperaba reír tanto en un tour de arquitectura.
No dejaba de pensar en todas las veces que esta ciudad tuvo que levantarse de nuevo. La Trump Tower brillaba junto a esos viejos edificios de piedra—Carla la llamó “atrevida”, y me pareció perfecto. Una niña detrás de nosotros no paraba de saludar a los kayakistas; uno le respondió y casi se cae. Parecía que todos en el río formaban parte del espectáculo. El crucero terminó cerca de donde empezamos, pero me quedé un rato más sentado, viendo cómo el sol jugaba con las ventanas. No te das cuenta de lo viva que está Chicago hasta que la ves desde el agua así.
El tour dura aproximadamente 90 minutos de principio a fin.
Sí, se ofrecen bebidas sin alcohol gratuitas como café, limonada y refrescos.
Sí, un guía experto ofrece narración en vivo durante todo el recorrido.
Sí, el barco está adaptado para personas en silla de ruedas.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse y viajar en cochecito o carrito.
El punto de salida está en el centro, a orillas del río Chicago; se proporciona la ubicación tras reservar.
No se hacen reembolsos si pierdes el tour por llegar tarde o no presentarte.
Tu tour incluye un crucero guiado de 90 minutos por el río Chicago con narración en vivo de un experto. Durante el recorrido, podrás disfrutar bebidas sin alcohol gratuitas como café, limonada y refrescos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?