Recorre el French Quarter de Charleston con un guía local, degustando desde galletas calientes hasta sopa de cangrejo y camarones con sémola. Escucharás historias de piratas, probarás platos que encantaron a presidentes y terminarás con un “plato secreto”. No es solo comida, es vivir la historia de Charleston.
No esperaba empezar la mañana en Charleston con el aroma de galletas calientes que se escapaba a la calle, pero justo eso fue lo primero que me recibió antes de llegar a la primera parada. Nuestro guía, Marcus, hablaba de la ciudad como si fuera un viejo amigo. Señaló un cartel desgastado sobre una puerta y nos contó cómo piratas solían beber cerca (aún no sé si bromeaba), y luego nos dio unas obleas de benne tan crujientes que se deshacían en la boca.
El tour gastronómico por el French Quarter avanza despacio, pero de la mejor manera. Entramos en sitios que jamás habría encontrado solo. Probamos una sopa cremosa de cangrejo que sabía a mar después de la lluvia, y camarones con sémola que dejaron a todos en la mesa en silencio por un momento — salvo Li, que intentó enseñarme a decir “delicioso” en mandarín (lo arruiné por completo). En un momento, sonó un teléfono y nadie lo tocó. Eso se siente raro hoy en día.
Cuando llegamos a los racimos de nuez pecana y al pudín de plátano, ya había perdido la cuenta de las pequeñas historias que Marcus nos había contado — sobre huracanes que cambiaron recetas, o algún presidente que adoraba un plato local (no recuerdo cuál, pero me quedó grabado). El clima iba y venía entre un sol pegajoso y una brisa fresca del agua. Me gustaba esa imprevisibilidad; de alguna forma, combinaba con la comida.
Terminamos con un “plato secreto” que no debería revelar aquí — solo diré que hizo que dos personas del grupo cantaran en voz alta. Al volver caminando por esas calles irregulares, me di cuenta de que no había pensado en otra cosa toda la tarde. Hay algo especial en compartir manos sucias y sabores nuevos con desconocidos que se queda más tiempo del que imaginas.
El tour incluye al menos 7 degustaciones diferentes más un plato secreto especial.
La opción de brunch ofrece platos clásicos sureños; ambos tours incluyen suficiente comida para una comida completa.
No incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Debes contactar al operador con anticipación para que intenten acomodar tus necesidades dietéticas.
No se especifica la duración exacta, pero espera varias horas caminando y degustando.
No, no se permiten mascotas en estos tours.
Probarás BBQ al estilo Carolina, mariscos frescos como camarones con sémola, galletas, obleas de benne, sopa de cangrejo, nueces pecanas, pudín de plátano y más.
Sí, según el operador es apto para todos los niveles físicos.
Tu día incluye un recorrido guiado a pie por el French Quarter de Charleston o por los lugares de brunch en Upper King Street con al menos siete degustaciones — piensa en galletas calientes, camarones con sémola, sopa de cangrejo — además de té dulce o café según tu ruta. También escucharás historias de tu guía local y terminarás con su plato secreto antes de irte lleno (y quizás tarareando).
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