Recorre las calles empedradas de Charleston en carruaje con un guía local certificado que comparte historias de casas, iglesias y jardines históricos. Ríe, sorpréndete con detalles como el aroma a jazmín y disfruta del ritmo pausado para captar lo que a pie se te escapa.
Lo primero que me pasó fue que casi me tropiezo conmigo mismo intentando saludar a uno de los caballos de tiro—ojos grandes y tranquilos, aunque creo que él estaba más interesado en su heno que en mí. El establo olía a paja limpia y un poco a cuero, un aroma que te ancla después del aire pegajoso afuera. Hicimos el check-in (no llegues tarde, en serio lo dicen), y nuestra guía—Marsha se llamaba—nos sonrió rápido y nos dio un consejo: si quieres oírla bien, siéntate cerca del frente. Yo quise, pero terminé en el medio porque un niño se me adelantó. Justo.
Al salir a las calles de Charleston, los cascos del caballo hacían un ritmo constante que casi tapaba el murmullo lejano del City Market. Marsha empezó a señalar unas rejas de hierro—las llamó “encaje de hierro forjado”—y traté de sacar una foto pero terminé pillando mi propio pulgar. Tenía una forma de contar historias sobre casas antiguas y campanarios que no sonaba repetida, como si fuera la primera vez que las contaba. Había un jardín detrás de una casa azul descolorida donde se olía jazmín desde la calle; eso no me lo esperaba para nada.
En un momento paramos junto a una iglesia con pintura blanca descascarada, y Marsha bajó un poco la voz—contó que la gente solía refugiarse ahí durante tormentas porque era el único edificio que quedaba en pie tras un huracán antiguo. El aire se puso denso por un instante, como si todos en el carruaje contuviéramos la respiración. Hasta que sonó un teléfono (clásico), y todos nos reímos juntos. Ese momento se me quedó más que cualquier vista de postal.
El paseo dura aproximadamente 1 hora de principio a fin.
El recorrido inicia y termina en el establo de Old South Carriage Co en el centro de Charleston.
Sí, los niños son bienvenidos; los menores de 3 años pueden sentarse en el regazo de un adulto sin costo.
Sí, los carruajes cuentan con una rampa inclinada para subir fácilmente y son accesibles para sillas de ruedas.
No, la ciudad asigna rutas diferentes cada día para controlar el tráfico; todas incluyen los puntos históricos más importantes.
Sí, los animales de servicio pueden acompañarte durante el paseo en carruaje.
Incluye guía certificado, equipo de caballos de tiro belgas o percherones y un recorrido por barrios históricos.
Tu experiencia de una hora incluye conocer caballos de tiro belgas o percherones en el establo, subir fácilmente al carruaje con rampa (con espacio para cochecitos o sillas de ruedas si hace falta) y escuchar la narración en vivo de tu guía certificado mientras recorres las casas, iglesias y jardines más emblemáticos de Charleston, con muchas oportunidades para preguntar o simplemente dejarte llevar por la historia.
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