Sube a bordo de un auténtico barco pirata de madera en el puerto de Charleston, donde los niños reciben su nombre pirata y se unen a una tripulación llena de energía para una búsqueda del tesoro. Enfréntate a Sneaky Pete con cañones de agua, canta canciones de mar y explora los canales del río Ashley, todo guiado por locales que saben cómo hacer reír a toda la familia. Una aventura divertida y desordenada que recordarás mucho después de que se sequen tus zapatos.
No esperaba estar riéndome a carcajadas a las 9 de la mañana, pero ahí estábamos: mi hija con un sombrero pirata que le quedaba enorme y yo intentando decir “¡Arrr!” sin parecer un cordero. El Black Ghost estaba atracado bajo un cielo que ya se sentía pegajoso (Charleston en julio), y nuestro capitán —que todos llamaban Red— repartía fajas y pañuelos mientras contaba a los niños la historia de Sneaky Pete. Un niño pequeño insistió en que su nombre pirata era “Capitán Hotdog”. Red simplemente lo aceptó. Me gustó eso.
El barco crujió al alejarnos por el río Ashley, y de repente todo se volvió real: gaviotas volando, el aire salobre y el chapoteo del agua contra la madera. Nuestro guía señaló un barco de camarones que pasaba y mi hijo se distrajo contando pelícanos en vez de escuchar las reglas piratas. Hubo un momento en que todos los niños empezaron a cantar canciones de mar (a todo pulmón y desafinados) y, sinceramente, pensé que me daría vergüenza, pero fue una alegría contagiosa. La palabra clave aquí es crucero aventura pirata, pero más que eso, fue un caos organizado con vistas al skyline de Charleston deslizándose a nuestro lado.
Cerca de Wappoo Creek la cosa se puso seria: Sneaky Pete (que se parecía sospechosamente a uno de la tripulación) intentó robar la llave del tesoro y se desató una batalla con cañones de agua. Mi hija falló todos los disparos, pero no le importó; se reía a carcajadas igual. El sol salió con fuerza y brillaba sobre las monedas de oro falsas que repartieron al final. Nos sentamos en la cubierta después, con el pelo salado y alborotado, viendo cómo la ciudad quedaba atrás. A veces aún pienso en esa vista, ¿sabes?
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar; el barco permite cochecitos y carriolas.
Se ofrecen disfraces piratas para los niños antes de embarcar, pero son opcionales.
Sí, todos los niños de la tripulación pueden usar cañones de agua como parte de la aventura.
Sí, tanto el transporte como la actividad son accesibles para personas en silla de ruedas.
Los primeros 15 minutos se dedican a vestir a los niños y enseñarles el lenguaje pirata antes de partir.
Los adultos pueden participar o simplemente mirar; la mayoría de actividades están pensadas para niños, pero las familias pueden disfrutar juntas.
La ruta sigue el puerto de Charleston por el río Ashley hasta Wappoo Creek.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el tour.
Tu mañana incluye subir al Black Ghost de Charleston con guías locales que visten a cada niño como pirata (disfraces opcionales), les enseñan canciones de mar y lenguaje pirata, y luego zarpar para una búsqueda del tesoro práctica por el río Ashley, con acceso completo a cañones de agua para cada pequeño bucanero antes de regresar juntos a tierra.
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