Explora Central Park a tu ritmo, resolviendo pistas y tomando fotos divertidas. Disfruta de pausas junto al lago o bajo árboles mientras la app te guía con trivia y retos originales. Es una experiencia relajada, sin horarios ni guías, solo momentos reales y muchas risas con tu grupo.
Nos lanzamos a la búsqueda del tesoro en Central Park sin planearlo mucho: solo compramos un café en ese carrito cerca de la 59 (el chico con la gorra de los Red Sox, siempre amable) y abrimos la app. Apenas terminé mi bagel, ya nos había llegado la primera pista. El parque estaba lleno de vida: corredores pasando a toda prisa, palomas volando, y un poco de jazz saliendo de un saxofonista cerca de Bethesda Terrace. No esperaba engancharme tanto, pero hay algo en buscar detalles en las estatuas o leer esas placas antiguas que te hace ver el parque con otros ojos. Mi amiga Lisa no paraba de intentar ganarme en los retos de fotos — su selfie con Alicia en el País de las Maravillas fue épica, de verdad.
Lo mejor de todo fue que podíamos parar cuando quisiéramos — nos sentamos un rato junto al lago solo para ver pasar los botes de remos (una pareja casi se vuelca, y nos reímos a carcajadas). Las preguntas de trivia se fueron poniendo más difíciles; en un momento tuve que googlear si las tortugas realmente viven en el estanque o si era solo un rumor (resulta que sí). Sin guía encima ni horarios estrictos, solo nosotros y la app que nos iba guiando. También vimos familias haciendo sus propias búsquedas — escuché a un niño gritar cuando encontró una respuesta antes que su papá. Me recordó por qué me gustan estas actividades autoguiadas: sin presión, solo pequeños descubrimientos y bromas internas que van surgiendo.
Aún recuerdo el silencio bajo esos grandes olmos cerca de Strawberry Fields — como si Nueva York se hubiera detenido un momento. Terminamos cuando quisimos; nadie se preocupó si saltamos una pista o tardamos demasiado en Bow Bridge. Estar en Central Park con amigos, con el móvil en mano pero mirando alrededor por una vez, eso fue lo que más me quedó, más que cualquier puntaje o ranking. Si buscas algo tranquilo pero que deje huella, esta aventura en Central Park vale la pena, aunque no seas fan de las búsquedas del tesoro.
La búsqueda suele durar entre 1.5 y 2 horas, pero puedes hacerla a tu propio ritmo.
No, no hace falta reservar hora; puedes empezar cuando quieras tras descargar la app.
No hay edad mínima; las familias con niños son bienvenidas.
Sí, Central Park es accesible y esta actividad también.
Necesitarás un smartphone con batería completa (y quizá una batería externa), zapatos cómodos y ropa adecuada al clima.
Tu reserva incluye acceso a la app Let’s Roam; no hay que pagar entrada para Central Park.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante la búsqueda.
Puedes contactar al servicio al cliente desde la app si necesitas ayuda en cualquier momento.
Tu día incluye acceso completo a la app Let’s Roam con todas las pistas y retos. No hay punto de encuentro ni hora fija: empiezas cuando quieras y todo se maneja desde tu móvil, así que puedes pausar o explorar Central Park a tu ritmo.
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