Al entrar al teatro de Branson te sumergirás en el mundo de Reza: ilusiones en vivo, humor rápido y hasta la oportunidad de subir al escenario si tienes suerte (o valor). Magia de cerca con risas del público, personal amable que ayuda a acomodarte (acceso fácil para sillas de ruedas) y detalles sensoriales que recordarás mucho después de salir.
No esperaba que me involucraran en el show — la verdad, compré mi entrada para Reza Edge of Illusion pensando que solo lo vería desde las sombras. Pero justo después de sentarnos (en los asientos del pasillo, que fue una buena elección), se sentía una energía especial en el teatro. Los niños susurraban, los mayores ya estaban comiendo palomitas, y de repente las luces bajaron y se hizo un silencio que solo se siente en un lugar lleno. Había un ligero aroma a palomitas de caramelo y algo más — ¿quizás niebla de escenario? No estoy seguro. Cuando salió Reza, tenía esa habilidad de hacer que pareciera que hablaba directamente contigo. Bromeó sobre el tráfico en Branson (que, siendo honestos, es real) y luego arrancó con unas ilusiones tan impresionantes que todos nos inclinamos sin darnos cuenta.
El guía local nos había dicho que Reza no es un mago cualquiera, y ahora lo entiendo. Hubo momentos en que se cruzaba la mirada con alguien del público (menos conmigo, gracias a Dios) y de repente esa persona estaba en el escenario ayudando con algo que parecía imposible de cerca. En un momento hizo aparecer una motocicleta de la nada — aún no sé cómo lo hizo. Lo mejor fue cuando invitó a varios niños a participar; una niña se rió tanto que casi pierde su turno. Hasta Li, que dice haber visto todos los shows de magia desde Las Vegas, sonreía como una niña.
Lo que más me sorprendió fue lo cercano que se sentía todo, a pesar de ser una producción tan grande. Había ilusiones enormes, pero también momentos tranquilos donde Reza contaba que de pequeño soñaba con hacer esto, y se notaba que la gente escuchaba de verdad. Todo duró unas dos horas, pero el tiempo voló — salvo cuando mi móvil vibró en medio de un truco y casi salto del asiento (no cometas ese error). Al salir a la noche de Branson, todavía se oían risas detrás de nosotros y no podía dejar de pensar en la moto — ¿cómo lo hizo? Mejor no preguntarlo.
Sí, todas las áreas y accesos son aptos para sillas de ruedas, incluyendo opciones de transporte.
Sí, los animales de servicio están permitidos dentro del recinto.
Sí, los bebés pueden sentarse en el regazo de un adulto o usar asientos especiales; se permiten cochecitos.
La función dura aproximadamente dos horas.
Sí, hay snacks y bebidas disponibles durante toda la función.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del teatro.
Tu entrada garantiza el acceso al show en vivo de Reza en Branson; los asientos son accesibles para sillas de ruedas y cochecitos; los bebés pueden ir en regazo o usar asientos especiales; se aceptan animales de servicio; el personal amable te ayudará a acomodarte; y podrás comprar snacks durante la experiencia antes de salir a la noche de Branson.
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