Navega desde Kona hacia la Bahía Kealakekua con guías locales que comparten historias reales de Hawái, a veces divertidas, a veces misteriosas. Prueba platos como costillas con café Kona o curry vegano de coco mientras la música en vivo llena la cubierta. El atardecer tiñe todo de dorado en el regreso. Te irás con nuevas historias y, seguro, antojo de tarta de chocolate.
No esperaba que el aire oliera tanto a sal y plumeria cuando subimos al barco en el muelle de Kailua. Se sentía una calma expectante mientras todos buscaban asiento: algunos reían con sus cócteles de cortesía, otros simplemente miraban el mar. Nuestro guía, Kaleo, empezó a contar historias casi de inmediato. Tenía esa forma de hablar que no sabes si está bromeando o no, hablando de antiguas batallas cerca de la Bahía Kealakekua y de cómo el Capitán Cook nunca vio ese último amanecer. Traté de recordar todos los nombres, pero la verdad, me distrajo la forma en que el sol brillaba sobre las olas.
Mientras navegábamos por la Costa Dorada de Kona (son unos 40 km ida y vuelta, pero se siente más largo, para bien), hubo momentos en que todos nos quedamos en silencio. Como cuando Kaleo señaló una pequeña cala que desde tierra no se ve, solo un destello verde entre las rocas de lava negra, y luego alguien vio delfines cerca de la proa. La música hawaiana en vivo empezó suave, y luego subió cuando todos se relajaron. Las costillas cortas con salsa de café Kona tenían un sabor más intenso de lo que esperaba (todavía lo recuerdo), y Li, que estaba frente a mí, se rió cuando intenté pronunciar “Hamakua” antes de rendirme.
La cena fue tranquila, sin prisas—quizá por el ritmo isleño o porque nadie quería perderse cómo cambiaba la luz sobre la Bahía Kealakekua. El curry vegetariano olía a coco y batata; aunque no soy vegano, me dieron ganas de haberlo pedido también. De regreso, todos salieron a la cubierta para ver el atardecer. No había ruido, solo el tintinear de algunas copas y una voz cantando bajito entre la tripulación. Saqué más fotos de las que mostraré, pero la verdad es que lo importante fue estar ahí, en ese momento. Difícil de explicar si no lo has vivido.
El crucero dura aproximadamente 3 horas ida y vuelta desde el muelle de Kailua.
Sí, la cena está incluida con opciones vegetarianas o veganas si se solicitan con 48 horas de anticipación.
Sí, se ofrece música hawaiana en vivo durante y después de la cena.
El crucero sale desde el muelle de Kailua en la isla de Hawái (Kailua Kona).
No, no hay recogida en hotel; los pasajeros caminan aproximadamente una cuadra desde el estacionamiento gratuito hasta el muelle de Kailua.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los niños pueden participar, pero deben ir acompañados por un adulto.
Incluye un cóctel de cortesía; también hay otras bebidas disponibles.
Tu noche comienza abordando en el muelle de Kailua con aperitivos y un cóctel de cortesía mientras navegas por la costa de Kona con un guía local que narra la historia y leyendas hawaianas. La cena se sirve en la Bahía Kealakekua, con opciones para dietas especiales si se solicitan con anticipación, además de postre y música hawaiana en vivo durante el regreso al atardecer. Hay estacionamiento gratuito cerca y todos los impuestos y tasas están incluidos.
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