Disfruta un paseo en barco pequeño por la costa de Anna Maria Island con un guía local, avistando delfines juguetones y quizás manatíes o aves zancudas en los bancos de pastos marinos. Siente la brisa marina y contempla cómo los colores del atardecer se reflejan en el Golfo—una experiencia que solo se vive desde el agua.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz del atardecer iluminaba el agua alrededor de Anna Maria Island—una mezcla de dorado y azul, como si alguien hubiera derramado pintura. Subimos al barco justo cuando un pelícano pasó volando, y nuestra guía (creo que se llamaba Jen) sonrió y nos dijo que estuviéramos atentos a los delfines. Dijo que suelen aparecer cuando menos te lo esperas. El motor zumbaba suave mientras nos alejábamos del muelle, con el olor a sal en el aire y esa brisa cálida del Golfo que te despeina de forma divertida.
No esperaba ver delfines tan rápido, pero ahí estaban—dos de ellos, casi a nuestro lado, jugando en las aguas poco profundas como si fuera un día cualquiera. Jen bajó la velocidad para que pudiéramos observarlos bien; conocía todos sus movimientos y hasta nos señaló que uno tenía una pequeña mella en la aleta. Un par de niños a bordo gritaban de emoción cada vez que salían a la superficie. Hubo un momento en que todo quedó en silencio, salvo algunas gaviotas lejanas y el chapoteo del agua contra el casco. ¿Sabes esos instantes que quisieras guardar para siempre? Así se sintió.
Navegamos cerca de unos bancos de pastos marinos con la marea baja, y Jen nos contó que a veces se pueden ver manatíes por aquí si tienes suerte (hoy no fue el caso). Aves zancudas picoteaban el lodo—¿garzas, tal vez garcetas? Nunca sé bien cuál es cuál. Alguien pasó una bolsa de papas y juraría que saben más saladas ahí afuera. Cuando regresábamos hacia Anna Maria Island, el sol empezó a caer rápido—un naranja que se fundía en rosa sobre el Golfo—y todos nos quedamos en silencio otra vez. A veces todavía recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en el tráfico o en cualquier otro lado.
No, no garantizan avistamientos, pero suelen ser frecuentes durante el recorrido.
Sí, es adecuado para cualquier nivel de condición física.
Sí, cada salida cuenta con un guía local experimentado.
Es posible ver manatíes en temporada si las condiciones son favorables.
Se pueden ver aves zancudas en los bancos de pastos marinos con marea baja.
Tu salida incluye un paseo en grupo pequeño por la costa de Anna Maria Island con un guía local experto; tú solo relájate y disfruta de la fauna y las vistas del atardecer desde el agua antes de regresar a tierra firme.
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