Únete a un grupo pequeño (máx. 9) para descubrir la Catedral y el Real Alcázar de Sevilla con una guía que conoce cada rincón. Sube a la Giralda para disfrutar del silencio de la ciudad, escucha leyendas en capillas frescas y pasea por jardines donde el azahar llena el aire.
No esperaba sentirme tan pequeño bajo esos techos en la Catedral de Sevilla. Nuestra guía, Carmen, nos esperaba junto al Monumento a la Inmaculada — tenía una forma de contar que hacía que hasta las tumbas vacías parecieran esconder secretos. Éramos solo siete, así que pude escuchar bien sus historias (y preguntar por ese cuadro raro con una esquina arrancada — resulta que lo robaron hace años y nunca apareció). El aire olía a madera vieja y cera de vela. Creo que lo que más me gustó fue cuando señaló la estatua de la Virgen a la que los marineros rezaban antes de cruzar el Atlántico. Intenté imaginar todas esas esperanzas aferradas a ese pequeño rincón.
La subida a la Giralda fue… bueno, digamos que perdí la cuenta después de la rampa quince. No hay escaleras, solo rampas que suben y suben, y puedes asomarte por pequeñas ventanas mientras avanzas. Es curioso cómo todos nos quedamos en silencio cerca de la cima, como conteniendo la respiración para esa vista. Las campanas sonando arriba, el sol reflejándose en los tejados — Sevilla parece infinita desde ahí arriba. Alguien en el grupo empezó a tararear bajito; el eco contra las paredes de piedra sonaba extraño.
Después entramos al Real Alcázar. El cambio de la piedra fresca a los patios soleados fue como viajar a otro mundo. Carmen nos contó cómo los reyes cristianos fueron dejando su huella con el paso de los siglos, pero mantuvieron mucho del detalle original moro — azulejos por todas partes, patrones que te hacen perder la mirada. Los jardines olían a verde intenso (¿azahar? quizá), y había pavos reales paseando como si fueran los dueños. Nos perdimos un rato; me quedé embobado viendo cómo la luz se colaba entre las hojas de las palmeras. Es curioso cómo tres horas pueden parecer tanto y a la vez quedarse cortas.
El tour dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
Sí, las entradas a ambos monumentos están incluidas en tu reserva.
El grupo está limitado a un máximo de 9 personas.
Sí, la subida a la Giralda forma parte del tour si quieres hacerlo.
Sí, tendrás acceso prioritario a ambos edificios históricos con tu guía.
La reunión es en el Monumento a la Inmaculada, en el centro de Sevilla.
Tu guía es un profesional certificado y conoce bien la historia local.
El tour es accesible en silla de ruedas en la mayoría de las zonas.
Evita camisetas sin mangas o pantalones cortos muy cortos; viste con respeto según las normas de la catedral.
Tu día incluye entradas sin colas para la Catedral de Sevilla (con acceso a sus capillas y la Giralda) y el Real Alcázar con sus jardines, un dispositivo de audio para no perder detalle de las explicaciones aunque te separes un poco, todo acompañado por un guía local certificado que te espera en el Monumento a la Inmaculada en pleno centro.
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