Sumérgete en la Casa de la Memoria de Sevilla para una hora de flamenco puro—sin micrófonos ni distracciones—solo música y baile muy cerca en un palacio centenario. Siente cada taconeo y acorde resonar en este teatro íntimo mientras artistas locales actúan frente a ti. Te irás con ese ritmo latiendo dentro.
Al entrar, parece que la ciudad se queda en silencio. Las viejas paredes de piedra de la Casa de la Memoria guardan un eco suave, como si esperaran que algo comenzara. Apenas nos sentamos (los asientos se asignan en la puerta, así que solo te adaptas), y ya se percibía un leve aroma a jazmín del patio. No hay barra ni ruido de fondo, solo gente acomodándose, algunos susurrando en español, otros mirando con ojos abiertos como nosotros.
De repente, la guitarra empezó—sin micrófono, solo dedos sobre las cuerdas—y todo se volvió más intenso. Nuestro guía nos había dicho que el flamenco aquí es “puro”, lo que imagino significa despojado hasta lo esencial. Luego llegó la voz del cantaor—cruda, casi hipnótica—y cuando la bailaora se levantó, el sonido de sus tacones sobre el suelo de madera retumbó más de lo que esperaba. No es un teatro grande; sientes cada zapateado en el pecho. Me sorprendí conteniendo la respiración durante uno de esos pasos rapidísimos. El público estaba en silencio salvo un señor mayor delante que asentía, como recordando algo.
Intenté decir “olé” en el momento justo, pero seguro que me pasé—Li se rió y me dio un codazo igual. No hay niños correteando (no admiten menores), así que todo se mantiene serio y concentrado. Tenía algo de respeto, como si todos estuviéramos allí para compartir algo que pertenece a Sevilla más que a nadie. Al salir a la calle estrecha, tardé un momento en volver al ruido y la luz normal. Aún pienso en esa última nota suspendida en el aire antes de que estallaran los aplausos.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
No se recomienda para menores de 6 años; los niños mayores deben ir acompañados por un adulto.
La actuación dura aproximadamente 1 hora.
No, los asientos se asignan en taquilla al llegar y no se pueden elegir antes.
No hay bar ni restaurante dentro de la Casa de la Memoria durante el show.
Está en la calle Cuna 6, en el centro histórico de Sevilla.
Los shows de flamenco comienzan todos los días a las 19:30 y 21:00.
Se recomienda llegar al menos 20 minutos antes del horario reservado.
Tu noche incluye entrada a un auténtico espectáculo de flamenco en la Casa de la Memoria, en el centro de Sevilla—con asientos asignados al llegar y un espacio totalmente accesible para sillas de ruedas. No se sirven comidas ni bebidas para que puedas concentrarte al máximo en la música y el baile antes de volver a las animadas calles sevillanas.
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