Camina por los senderos salvajes de Montserrat hasta la cima de Sant Jeroni con un guía local, pasa la noche en un refugio-cueva oculto y despierta con el amanecer sobre las nubes. Disfruta de comidas sencillas, charlas sinceras y vistas que recordarás para siempre.
“Esta montaña siempre te sorprende,” dijo Pau sonriendo mientras se ajustaba su viejo sombrero en el inicio del sendero de Santa Cecilia. No sabía si hablaba del clima o de cómo la luz jugaba sobre esas rocas redondeadas tan peculiares — quizá ambas cosas. Empezamos a caminar con las mochilas pegadas a la espalda, el aire ya perfumado con tomillo silvestre y un poco de polvo. Había oído hablar de esta excursión a Sant Jeroni desde Cusco (bueno, más bien desde Barcelona, pero mi mente mezclaba viajes), pero nada me preparó para el silencio que se siente al dejar atrás el último camino. Cada pocos minutos Pau se detenía, señalaba una flor violeta diminuta o un halcón que daba vueltas muy alto, y luego seguía caminando como si fuera lo más normal del mundo.
La subida a Sant Jeroni — 1.236 metros de altura — es constante y pausada. Recuerdo rasparme la mano en una de esas rocas extrañamente lisas (aquí las llaman “agujas”) y pensar en lo antiguo que parecía todo. Arriba, nos quedamos un rato en silencio. La vista es… bueno, no es algo que puedas capturar en una foto. Se ve Barcelona difuminada en la distancia y el mar más allá, si entrecierras los ojos. Pau pasó un poco de fruta seca y queso; todavía recuerdo ese bocado salado con el viento azotando mis oídos.
Después bajamos hasta un refugio en una cueva — la verdad esperaba algo más frío o menos acogedor, pero se sentía seguro, como un abrazo dentro de la montaña. Hubo un momento tras la cena (algo sencillo: pan, aceitunas, más queso) cuando alguien empezó a contar historias de antiguos ermitaños que vivieron aquí arriba. La cueva olía a humo y piedra. Apenas dormí, pero despertarme antes del amanecer — salir y ver las nubes bajo nosotros y todo teñido de rosa por la primera luz — eso es lo que más me quedó grabado. Y luego un café del termo viejo de Pau antes de volver a bajar hacia Santa Cecilia.
La ruta es apta para todos los niveles físicos, aunque incluye subidas constantes hasta 1.236 metros.
Pasarás la noche en un refugio-cueva en la montaña de Montserrat.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Incluye comida sencilla como pan, queso, fruta y bebidas en el refugio.
Lleva ropa cómoda para caminar y todo lo necesario para dormir al aire libre; te darán detalles tras reservar.
No se aconseja para embarazadas, personas con lesiones de columna o problemas cardiovasculares.
Tu reserva cubre seguro de accidentes y responsabilidad civil durante la actividad.
Sí, se incluyen fotos y vídeos de tu experiencia.
Tu aventura nocturna incluye seguro de accidentes y responsabilidad civil, además de fotos y vídeos de la caminata; se ofrecen comidas sencillas en el refugio y la guía de un experto local durante todo el recorrido por Montserrat.
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