Nadarás en calas turquesas como Caló des Moro, harás snorkel con todo el equipo y probarás paddle en Cala Salmunia, todo con un guía local que organiza todo. Recogida en hotel sin estrés de transporte. Quizás te animes a saltar desde un acantilado o charlar con pescadores junto a sus casas pintadas. Un día tranquilo donde Mallorca se siente cercana.
La furgoneta llegó justo frente a nuestro hotel en Mallorca, sin tener que buscar taxis ni entender rutas de autobús (que, siendo sincero, el día anterior me había resultado imposible). Nuestro guía, Toni, nos recibió con esa sonrisa tranquila de quien ha pasado media vida en estas playas. Nos entregó los equipos de snorkel y una GoPro antes de salir del parking. El viaje hasta Caló des Moro duró cerca de una hora, pero se pasó volando; Toni señalaba pueblitos y almendros que yo ni había visto. En un momento puso música local —no recuerdo el nombre, pero era tan pegadiza que todavía la tarareo.
Caló des Moro… bajas por un sendero rocoso y de repente el agua brilla en un azul verdoso justo bajo tus pies. Se olía la sal, el protector solar y algo dulce, ¿flores silvestres tal vez? Ya había algunos nadadores, pero el lugar estaba tranquilo salvo por las gaviotas. Toni nos mostró dónde dejar las cosas (tenía esterillas y sombrillas listas), y nos llevó a un sitio donde podías saltar desde una roca baja al agua. Mi salto fue torpe —alguien se rió, quizá yo— pero el agua estaba fría de una forma que te despierta al instante. Hicimos snorkel junto a las rocas y vimos peces plateados pasar frente a mi máscara.
Después volvimos a la furgoneta, todavía goteando, y nos fuimos a Cala Salmunia. Allí están esas casitas de pescadores justo en la arena, con la pintura desgastada. Un par de locales arreglaban redes cerca y nos saludaron al pasar (intenté decir “bon dia” pero seguro que lo dije mal). Toni nos retó a saltar desde una cueva a tres metros de altura; dudé, pero dos del grupo se lanzaron sin pensarlo. El sol se sentía más cálido aquí, o quizás ya estaba secándome. Jugamos con las tablas de paddle y una pelota de playa vieja que alguien encontró en la furgoneta.
No esperaba sentirme tan… relajado. Como si alguien más se encargara de todo para que yo solo flotara entre baños y charlas tranquilas. No es solo ver las mejores playas de Mallorca, sino lo fácil que es cuando un local lleva el ritmo, asegurándose de que no te pierdas esos rincones o historias especiales. Aún ahora, semanas después, cada vez que huelo protector solar recuerdo ese chapuzón frío en Caló des Moro.
Se tarda alrededor de 60 minutos en furgoneta desde Palma hasta Caló des Moro.
Sí, la recogida en hotel está incluida para tu comodidad.
Te dan kits de snorkel, cámaras GoPro, esterillas, sombrillas, neveras con hielo, tablas de paddle, remos, pelotas de playa y de voleybol.
Sí, los guías son locales que conocen muy bien la isla.
Sí, el tour es apto para todos los niveles y los principiantes son bienvenidos.
Las furgonetas tienen capacidad para hasta nueve personas y cuentan con aire acondicionado.
Sí, se visitan Caló des Moro y Cala Salmunia en esta excursión de un día.
No incluye comida, pero hay neveras con hielo para tus snacks o bebidas.
Tu día incluye recogida en hotel en furgoneta con aire acondicionado (máximo nueve personas), uso de equipo de snorkel y cámaras GoPro en cada parada, además de tablas de paddle, sombrillas, esterillas para descansar en la arena, neveras con hielo para tus bebidas o snacks, y un guía local amable que se encarga de toda la logística para que solo disfrutes de las mejores playas de Mallorca sin preocupaciones.
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