Te pondrás un neopreno, nadarás desde la costa de Mallorca hasta la Cova de Coloms con tu guía y un grupo pequeño, y luego reptarás y flotarás por cámaras de piedra caliza milenarias con linterna. Prepárate para agua fría, formas rocosas sorprendentes, muchas risas y una sensación que no olvidarás al salir de la cueva.
Lo primero que recuerdo es la sensación fría del neopreno apretando mi piel — nada favorecedor, pero ¿a quién le importa cuando estás en la costa rocosa de Mallorca con el Mediterráneo justo delante? Nuestro guía, Toni, repartió escarpines y sonrió como si guardara un secreto. El sol ya estaba alto, pero la brisa traía ese olor salado que solo se siente tan cerca del mar. Nos reímos de quién estaba más ridículo (sin duda yo) antes de meternos juntos en el agua.
La natación hasta la Cova de Coloms fue más larga de lo que pensaba — unos quince minutos de brazadas constantes, con olas que me salpicaban la cara de vez en cuando. Escuché a alguien detrás murmurando sobre medusas (no había ninguna), y Toni no paraba de decir “¡un poco más!” en español e inglés. Cuando por fin llegamos a la entrada de la cueva, fue como entrar en otro mundo: aire fresco, ecos rebotando en la piedra, todo oscuro salvo por nuestras linternas que iluminaban las paredes.
Dentro, el tiempo se volvió extraño. Reptamos y nos movimos sobre rocas resbaladizas mientras Toni señalaba formaciones que parecían velas derretidas o dientes gigantes. En un momento nos preguntó si queríamos cruzar nadando un lago subterráneo — estaba helado y casi me echo atrás, pero todos saltaron, así que… bueno. Mi corazón latía fuerte mientras flotaba bajo estalactitas más viejas que cualquiera de nosotros. El silencio allí era distinto al de afuera; más denso, de alguna manera. Alguien hizo un chiste de piratas y el eco duró un buen rato.
No esperaba sentirme tan pequeño y tan vivo al mismo tiempo. Al salir, el sol nos golpeó de golpe y Toni empezó a tararear una vieja canción mallorquina que no pude identificar. La sal se secó en mis labios y las piernas me temblaban, pero de una forma buena. Aún ahora, cuando pienso en esa excursión a Cova de Coloms desde Palma o donde sea que estés, lo que más me queda es esa mezcla de nervios y risas.
El tour dura aproximadamente 6 horas de principio a fin.
No, no incluye recogida; el punto de encuentro es en el lugar indicado.
Lleva ropa cómoda, calzado deportivo, protector solar, al menos 2 litros de agua, comida, bañador y toalla.
Sí, se incluye todo el equipo de seguridad como neopreno y escarpines, además de un guía local con experiencia.
Se recomienda tener una condición física moderada; no es apta para personas con problemas de columna o salud cardiovascular.
Los guías hablan siempre español e inglés; otros idiomas pueden estar disponibles bajo petición, pero no se garantizan.
Si el mar no está seguro para Cova de Coloms, se ofrecerán cuevas alternativas (incluyendo alguna con agua) por seguridad.
La edad mínima es 12 años para poder unirse al tour.
Tu día incluye todo el equipo de seguridad—neopreno y escarpines—y la guía de un experto local que te llevará con un grupo pequeño por los lagos y cámaras subterráneas de Cova de Coloms antes de regresar juntos a tierra firme.
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