Conduce tu propio buggy por el parque Fataga en Gran Canaria con un guía local que te llevará. Prepárate para el pelo lleno de polvo, risas en el mirador de Ayagaures, caminos off-road entre palmeras y bambú, y tiempo para fotos y charlas con otros viajeros. El viento y el sol aquí se sienten distintos — lo recordarás cada vez que veas tierra roja en tus zapatos.
No esperaba que mi corazón latiera tan rápido solo con girar la llave, pero hay algo en sentarse en un buggy bajo el sol de Gran Canaria que te hace sentir que vas a vivir una aventura un poco salvaje. Nuestro guía, Carlos, nos entregó unas gafas gruesas — “para el polvo,” sonrió — y arrancamos, con los motores rugiendo más fuerte de lo que imaginaba. El primer tramo fue suave, subiendo por carreteras asfaltadas con esas colinas secas a los lados. Iba oliendo eucalipto y, la verdad, ya tenía las manos pegajosas de apretar el volante con fuerza.
Carlos nos hizo señas para parar en el mirador “Pedro González” de Ayagaures. Es uno de esos lugares donde todos se quedan en silencio un momento — solo montañas que se extienden hasta el infinito y ese pequeño embalse azul allá abajo. Intenté sacar una foto, pero nunca queda igual que verlo en persona. Había una pareja a nuestro lado riéndose en español porque tenían el pelo lleno de polvo; me di cuenta de que yo estaba mucho más despeinado de lo que sentía. Todos intercambiamos teléfonos para fotos (Carlos nos tomó una con el pulgar tapando parte del lente — típico).
Después, el terreno se puso mucho más accidentado. Bajamos hacia el embalse y de repente estábamos brincando por caminos de tierra entre bambúes y palmeras, con polvo volando por todos lados. El motor del buggy parecía hasta aliviado de dejar el asfalto. En un momento, una cabra cruzó nuestro camino — ni se inmutó con nuestro convoy de turistas ruidosos. Pero sigo pensando en esa vista desde arriba, en cómo me sentí ahí parado con el casco torcido y las zapatillas llenas de grava.
Sí, la recogida en hotel está incluida si reservas con antelación.
Sí, al menos una persona por buggy debe tener carnet de conducir clase B válido.
Los niños pueden unirse si van acompañados por un adulto y miden al menos 1,35 metros.
El tour dura aproximadamente 2 horas desde el inicio hasta el final.
No, los buggies solo se comparten entre los que reservan juntos o familiares, nunca con extraños.
Es obligatorio llevar calzado cerrado; prepárate para ensuciarte con polvo.
Sí, pueden participar con previa solicitud — contacta con antelación para organizarlo.
Tu día incluye un buggy de 800cc para dos personas por el parque Fataga, gafas protectoras para cada conductor, recogida en hotel si se reserva antes, seguro durante toda la aventura y regreso a tu alojamiento.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?