Navega la costa volcánica de Fuerteventura en un catamarán para grupos pequeños, nada en las aguas cristalinas cerca de la playa de Jandía y, si tienes suerte, avista delfines. Disfruta un almuerzo a bordo preparado por un chef local con bebidas incluidas. Es una experiencia relajada, cercana y que te deja más ligero que al llegar.
“¿Lo hueles? Eso es el mar — no solo salado, sino con un toque dulce,” sonrió nuestro capitán mientras pisábamos descalzos el Magic Deluxe. Ya había estado en Fuerteventura, pero nunca así — deslizándonos tan cerca de esos acantilados volcánicos que casi podías contar las capas de roca. El catamarán parecía nuevo y luminoso; se oían las sandalias chirriar en la cubierta y risas que venían desde abajo. Nuestra guía, Elena, señaló una línea de nubes sobre Jandía y dijo que eso significaba que quizá veríamos delfines hoy. Intenté no hacerme muchas ilusiones (pero las tuve igual).
El agua aquí es diferente. Hay tantos tonos de azul que perdí la cuenta — turquesa, azul marino, casi plateado donde le daba el sol. Anclamos cerca de la playa de Jandía y todos guardamos silencio un momento. Se escuchaba el viento en las velas y luego alguien se lanzó al agua primero — yo lo seguí, aunque estaba más fría de lo que esperaba. La piel me vibró un buen rato después de ese baño. Elena me pasó una toalla y me contó que creció en Morro Jable; dice que cada semana descubre algo nuevo en esta costa.
El almuerzo olía increíble antes de que lo viéramos — pescado a la parrilla con un cítrico que no supe identificar (Li se rió cuando intenté decirlo en español — seguro lo dije fatal). El chef salió de la cocina para preguntar si alguien quería más salsa; parecía orgulloso pero tímido con su comida. Comimos en una mesa larga, con los pies apoyados para no caer con el suave vaivén, pasando el pan y las bebidas frías como viejos amigos, aunque la mayoría nos habíamos conocido esa misma mañana. Después, algunos descansaron en la cubierta o buscaron ballenas con gafas de sol manchadas de protector.
No esperaba sentirme tan relajado al final — o mejor dicho, “despreocupado.” Es difícil explicarlo si no has pasado horas en un barco así, flotando entre sol y sombra sin ningún lugar urgente donde estar. A veces todavía recuerdo esa vista hacia la costa de Fuerteventura: arena clara que se curva entre rocas negras, todo bañado en la luz dorada del atardecer.
Sí, el transporte privado está incluido para tu comodidad.
El almuerzo lo prepara un chef a bordo e incluye bebidas alcohólicas, refrescos y agua embotellada.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; se pueden llevar cochecitos o carriolas.
Es posible avistar delfines o ballenas, pero no está garantizado.
Sí, podrás bañarte en el océano Atlántico cerca de la playa de Jandía.
El catamarán es exclusivo y el grupo es reducido, aunque el tamaño puede variar.
El catamarán Lagoon 450S cuenta con cabinas, baños, cocina/comedor y salón para mayor comodidad.
Sí, los animales de servicio están permitidos a bordo.
Tu día incluye recogida en hotel en vehículo con aire acondicionado, todas las bebidas alcohólicas y refrescos a bordo, agua embotellada durante todo el viaje, y un almuerzo recién preparado por uno de los mejores chefs de Jandía antes de regresar a tierra por la tarde.
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