Si quieres conocer Tenerife más allá de los típicos sitios turísticos, con alguien que realmente sepa del lugar, esta excursión privada es para ti. Visitarás paisajes volcánicos en el Parque Nacional del Teide, harás fotos en Los Roques de García, recorrerás el impresionante valle de Masca y disfrutarás la historia de La Laguna, todo sin prisas ni agobios.
Lo primero que sentí al bajar del barco fue la brisa salada—Santa Cruz despierta despacio, pero a media mañana ya se nota el pulso de la isla. Nuestro guía nos esperaba justo en el puerto, con un cartelito con nuestros nombres. Sin líos, sin esperas. Subimos a una furgoneta con aire acondicionado (menos mal, que el calor aprieta rápido) y arrancamos hacia el corazón de Tenerife.
Subir al Parque Nacional del Teide fue como viajar entre paisajes distintos. Un momento pasábamos por plantaciones de plátanos, y al siguiente estábamos rodeados de pinares y rocas negras afiladas. Nuestro guía, que nació y creció aquí, conocía cada curva y nos señalaba pueblos diminutos que la mayoría ni notaría. En Los Roques de García paramos para fotos; el viento levantaba polvo y se olía el tomillo silvestre en el aire. Las formaciones rocosas parecen de otro mundo, casi irreales.
Nos detuvimos cerca del Observatorio del Teide—no entramos, pero solo estar allí te hace entender por qué los astrónomos adoran este lugar. El cielo se siente más inmenso. Luego bajamos al Valle de Masca. El pueblo es pequeñito, con unas pocas casas aferradas a los acantilados, y un señor vendía fruta de cactus en la carretera (dulce, pero cuidado con las espinas). La última parada fue La Laguna, la primera capital de Tenerife. Calles empedradas, iglesias antiguas, gente charlando en las terrazas… un ritmo tranquilo que invita a quedarse.
La excursión suele durar entre 7 y 8 horas, según el tráfico y el tiempo que pasemos en cada sitio.
¡Sí! Te esperamos justo a la salida del puerto en Santa Cruz de Tenerife con un cartel para que nos encuentres fácil.
Por supuesto, las familias son bienvenidas y contamos con sillas para bebés si las necesitas. El ritmo es tranquilo y hacemos varias paradas.
No incluye comidas, pero pararemos en lugares donde podrás comprar snacks o almorzar (el guía tiene buenos consejos locales).
Guía privado para todo el día; vehículo cómodo con aire acondicionado; agua embotellada; combustible incluido; recogida y regreso en tu barco u hotel; sillas para bebés disponibles.
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