Remarás por la costa salvaje de la Costa Brava con un grupo pequeño y guía local, harás snorkel en calas cristalinas, te atreverás a saltar desde acantilados y compartirás un picnic sencillo frente al mar. Con transporte desde Barcelona incluido y fotos gratis para recordar el día, volverás con arena en los pies y una sonrisa que quizá te cambie un poco.
“Eres más valiente de lo que crees,” me sonrió Marta, nuestra guía, mientras me entregaba el remo en aquella playa cerca de Lloret de Mar. Apenas había dormido por el ruido de Barcelona, pero ahí estaba, de pie con el bañador mojado y el protector solar escociéndome los ojos, sintiéndome más despierta que nunca. El viaje en autobús desde Arc de Triomf fue una mezcla rara de charlas somnolientas y risas nerviosas — se olía a café y a colonia usada. Para cuando pisamos la arena, ya éramos casi amigos todos.
Nunca he confiado mucho en mí misma en un kayak (se tambalean más de lo que imaginas), pero Marta explicó todo con una calma que hacía que pareciera fácil. Nos deslizamos en el Mediterráneo — al principio el agua estaba fría, pero luego perfecta — y bordeamos esos acantilados tan escarpados de la Costa Brava. Nos contó historias de pescadores sobre las cuevas que íbamos pasando; seguro que olvidé la mayoría, pero el eco dentro de una de ellas cuando entramos me quedó grabado. Hubo un momento en que solo se oía el goteo del agua y la risa nerviosa de alguien antes de lanzarse desde una roca al azul infinito. No voy a mentir, a mí también me temblaron las rodillas antes de saltar.
La comida fue sencilla: pan, queso, tomates, aceitunas — todo producto local que Marta sacó de su mochila en una roca plana sobre el agua. Los tomates calentados por el sol saben distinto aquí; quizá era hambre después de nadar o simplemente España haciendo lo suyo. Luego hicimos snorkel (la máscara siempre se me empaña) y vimos pececillos que parecían casi neón entre las rocas. Todavía me está pelando un poco el hombro por olvidarme de una zona con protector solar — lección aprendida.
Después de tanto movimiento, tumbarse en la playa una o dos horas se sintió como un lujo. Algunos se echaban siestas bajo las toallas; otros se iban a por un helado o simplemente miraban el mar como intentando memorizarlo. En el bus de vuelta a Barcelona me sorprendí revisando las fotos que Marta había tomado en su móvil — todos con la piel quemada y el pelo despeinado, pero sonriendo como tontos. No fue perfecto (perdí una chancla en algún momento), pero, sinceramente, a veces aún recuerdo ese eco dentro de la cueva.
La parte guiada de kayak y snorkel dura unas 3 horas, más tiempo libre en la playa antes de regresar a Barcelona.
Sí, hay transporte privado en autobús con aire acondicionado entre Barcelona (Arc de Triomf) y Lloret de Mar.
No, no se necesita experiencia; te dan instrucciones básicas antes de salir al agua.
Lleva bañador, protector solar, escarpines si tienes los pies sensibles y lo que necesites para relajarte en la playa después.
Sí, se puede pedir comida vegetariana si avisas con antelación.
Los bebés pueden ir en carrito o en brazos; los niños deben saber nadar para participar en kayak y snorkel.
Sí, hay vestuarios y espacio para guardar bolsos y objetos durante el tour.
Tu guía hará fotos durante todo el día y te las dará gratis al terminar la excursión.
Tu día incluye transporte privado ida y vuelta desde el centro de Barcelona hasta Lloret de Mar en la Costa Brava, todo el equipo para kayak y snorkel (y neoprenos si los necesitas), espacio para guardar tus cosas en la playa, vestuarios, seguro de accidentes con apoyo de barco de rescate por si acaso, tres horas de kayak guiado con opción a saltos desde acantilados, un picnic con productos locales y agua embotellada junto al mar, y fotos digitales gratis para que no tengas que preocuparte por mojar el móvil mientras disfrutas.
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