Te recogen justo en tu barco de crucero en Barcelona con un conductor local que parece feliz de verte (aunque estés jetlag). Disfruta un viaje cómodo en vehículo privado directo al aeropuerto de Barcelona, con historias de la ciudad, espacio para maletas y cochecito, y sin costes ocultos. Sencillo, pero eso fue lo que lo hizo genial.
“¿No tienen prisa, verdad?” Así nos saludó nuestro conductor en el puerto de cruceros de Barcelona — creo que se dio cuenta de que aún estábamos medio dormidos tras desembarcar. El aire olía a sal marina y diésel, y la verdad me sentí aliviado solo al ver a alguien con un cartel con mi nombre. Subimos a la furgoneta (éramos cinco, más el cochecito de mi sobrino) y recuerdo que los asientos estaban frescos comparados con el calor pegajoso de la mañana. Nos preguntó si queríamos música o silencio — al principio elegimos silencio, pero no duró mucho.
No esperaba que el trayecto del puerto de Barcelona al aeropuerto fuera tan… conversado. Nuestro conductor (Jordi) empezó a señalar detalles curiosos mientras pasábamos — como por qué hay tantas palmeras cerca de Montjuïc (“¡no son autóctonas!” dijo riendo), o cuál es la mejor pastelería para comprar ensaimadas si alguna vez vuelves. Mi madre intentó hablar en su español algo oxidado y Jordi cambió sin problema entre inglés y catalán. Hubo un momento en que paró en un semáforo y nos contó su partido favorito en el Camp Nou — se notaba cuánto ama esta ciudad.
Todo el traslado privado fue mucho más relajado de lo que esperaba. Nada de taxímetro subiendo, ni preocuparse por perderse o regatear por las maletas (que llevábamos demasiadas). Incluso tenía un asiento para bebé listo — se me había olvidado pedirlo, pero resulta que va incluido si lo solicitas. Sigo pensando en lo fácil que fue comparado con cargar maletas en taxis o buses. Y sí, hubo tráfico cerca de Plaça d’Espanya, pero nadie se estresó; Jordi se encogió de hombros y nos contó un atajo que usa cuando juega el Barça.
Sí, el conductor te espera en el puerto de Barcelona con un cartel.
Sí, se pueden solicitar asientos infantiles y alzadores al reservar.
Los vehículos pueden llevar hasta siete pasajeros más equipaje.
Los conductores hablan inglés y a menudo otros idiomas como español o catalán.
Depende del tráfico, pero suele durar entre 30 y 40 minutos.
Tienes 30 minutos de espera gratis tras la hora acordada de recogida.
No, la tarifa fija cubre todos los impuestos, tasas, manejo y equipaje.
Los objetos grandes pueden tener restricciones—contacta con el operador antes de reservar para confirmar espacio.
Tu traslado incluye recogida directa en tu crucero en el puerto de Barcelona con un conductor local que te ayudará con las maletas, te contará datos de la ciudad si quieres durante el viaje, ofrece asientos infantiles bajo petición, cubre todos los impuestos y tasas en una tarifa fija, y te deja en el aeropuerto de Barcelona El Prat sin sorpresas ni estrés por horarios.
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