Recorre la Ruta del Modernismo de Barcelona con una arquitecta que te guiará por las visiones más salvajes de Gaudí en fachadas y patios. Escucha historias de rivalidades y revoluciones, descubre rincones privados del Eixample y siente la historia vibrar bajo tus pies. Esta ciudad te acompañará mucho tiempo después de irte.
Levanté la vista hacia la Casa Batlló, con esas escamas y huesos que se retorcían bajo la luz de la mañana, y la verdad — era más impresionante que cualquier foto. Nuestra guía, Marta, movía las manos como si dibujara líneas invisibles en el aire, explicando cómo Gaudí veía la naturaleza en todo. Ella también es arquitecta (mencionó que da clases en la universidad, pero lo dijo con naturalidad), y se notaba que realmente vive y siente todo esto. La calle olía a café y algo dulce — ¿quizás churros de un puesto cercano? Me distraía una y otra vez con el reflejo del sol en esos azulejos azules.
Recorrimos el Passeig de Gràcia, parando cada pocos minutos porque alguien descubría un detalle — un dragón en un tejado, hierro forjado que se enroscaba como una vid. Marta nos contó sobre la rivalidad entre Gaudí y Puig i Cadafalch (seguro lo pronuncié mal; ella se rió cuando lo intenté). No entramos a ningún edificio, algo que al principio me sorprendió, pero así tuvimos tiempo para asomarnos a esos patios escondidos del Eixample. En uno de ellos, la ropa tendida se movía sobre nuestras cabezas y un anciano nos saludaba desde su balcón. Por un momento sentí que estábamos invadiendo un rincón muy personal de Barcelona.
El paseo no fue solo arquitectura — también hubo historias de sueños utópicos, anarquistas e incluso la Guerra Civil española. No esperaba sentir tanta historia bajo mis pies. En un momento, Marta señaló un grafiti cerca de la Casa Milà y empezó a hablar de beatificación (tuve que buscar qué era después). Terminamos cerca de la Sagrada Família; todavía pienso en esas torres que asoman entre las nubes como si estuvieran a medio terminar a propósito.
Sí, todas las zonas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
No, el tour solo incluye exteriores, no visitas interiores.
Las rutas las lideran arquitectos en activo que también enseñan o critican arquitectura.
Verás Casa Batlló, Casa Milà, Casa Amatller, Casa Lleó Morera, Fundación Antoni Tàpies y patios escondidos del Eixample.
Sí, hay varias opciones de transporte público muy cerca de la ruta.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante todo el tour.
Tu mañana incluye un paseo guiado por una arquitecta local en activo (a veces también profesora o crítica), además de una microguía exclusiva de Barcelona escrita especialmente para los participantes. La ruta es totalmente accesible para sillas de ruedas y cochecitos—no se visitan interiores, pero hay muchas paradas para contar historias en el camino.
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