Verás el skyline de Barcelona iluminándose al atardecer desde el mar abierto mientras el jazz en vivo llena la cubierta. Relájate en hamacas de red o toma algo del bar mientras la ciudad se enciende. Con un equipo amable y músicos reales, es más una experiencia íntima que un simple tour de 90 minutos.
No esperaba que el aire del mar se sintiera tan distinto a solo unos minutos del bullicio de Las Ramblas. Encontramos el Portal de la Pau justo junto a la estatua de Colón — gente por todos lados, algunos con el móvil en mano como si fuera la entrada a un concierto secreto. Nuestro guía (creo que se llamaba Jordi) nos recibió con una sonrisa rápida y un “buenas tardes”. El barco era más grande de lo que imaginaba. Al subir, se olía protector solar y algo dulce que venía del bar.
Cuando arrancamos, motores apagados, velas izadas — se escuchaba el agua golpeando el casco. Alguien empezó a afinar un saxofón y por un momento solo se oía eso, junto con las gaviotas. El sol se escondía tras Montjuïc, tiñendo todo de tonos dorados y rosas. En la cubierta hay unas hamacas de red — casi pierdo un zapato al subirme, pero valió la pena por esa vista del skyline de Barcelona flotando en el mar. La palabra clave aquí sería “crucero jazz atardecer Barcelona”, pero la verdad se sentía más como flotar dentro de una pintura que hacer un tour.
La música empezó suave y luego se animó con algo familiar (¿quizá Coltrane? no estoy seguro). La gente estaba en silencio o soltando risas cortas — una pareja bailaba cerca de la proa mientras otros tomaban fotos que seguro no captan lo increíble que era. Compré una bebida en el bar (no barata, pero bien fría) y traté de grabar en la memoria cómo se veía la ciudad desde ahí, con todas esas luces pequeñas encendiéndose mientras regresábamos. Aún recuerdo esa sensación — como si por un rato fueras parte de Barcelona y no solo un espectador.
El crucero sale desde el Portal de la Pau, al final de Las Ramblas junto a la estatua de Colón.
El crucero dura aproximadamente 90 minutos.
Sí, un saxofonista toca jazz en vivo durante el crucero.
No incluye comida ni bebidas, pero hay servicio de bar para comprar a bordo.
Sí, los niños pueden subir, siempre acompañados por un adulto.
Debes llegar al menos 30 minutos antes para registrarte y recibir tu tarjeta de embarque.
Debes mostrar tu voucher en el kiosco antes de embarcar; aceptan versión impresa o digital.
Tu noche incluye un paseo de 90 minutos en el catamarán más grande de Barcelona con jazz en vivo tocado por un saxofonista mientras te relajas en cubierta o en hamacas de red. También hay bar para comprar bebidas durante la navegación antes de regresar cerca de Las Ramblas.
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