Camina por las legendarias puertas de Ávila, sigue las piedras centenarias de sus murallas y ponte bajo el imponente acueducto romano de Segovia. Con guía experto y tiempo libre para perderte en castillos o plazas soleadas, esta excursión te hará sentir la historia de España bajo tus pies. Quizá el sonido de esas campanas te acompañe de vuelta a casa.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente caminar sobre piedras que han visto pasar mil años? Eso pensé la primera vez que llegamos a Ávila. El viaje en bus desde Madrid fue justo el tiempo para que la ciudad apareciera de repente — esas murallas son enormes, casi irreales, sobre todo cuando ves cómo abrazan todo a su paso. Nuestra guía, Marta, nos señaló las torres (¡88 en total!) y nos contó historias de caballeros y monjas. Recuerdo que el aire olía a pino y piedra antigua, y había un silencio raro, a pesar de la gente alrededor — quizá porque todos estábamos mirando hacia arriba, fascinados por las murallas. Mis zapatos rozaban los adoquines mientras caminábamos, y no podía dejar de pensar en cuántos pies habrían pasado por ahí antes que los míos.
Segovia se sentía diferente — más ligera, tal vez por la plaza abierta o la luz del sol reflejándose en el acueducto romano. Es imposible no quedarse mirando: esos arcos parecen no tener fin. Marta nos explicó que no usan mortero para mantenerlo en pie (algo que todavía me sorprende). Cerca, unos niños jugaban a perseguir palomas, y un señor mayor vendía unos pastelitos espolvoreados con azúcar — compré uno solo porque olía delicioso. Tuvimos tiempo libre antes de ir al Alcázar; me perdí por callejuelas con casas de piedra amarilla y ropa tendida en los balcones. Las campanas de la catedral sonaron justo cuando doblé una esquina, y me detuve un momento — uno de esos instantes que se quedan grabados.
El Alcázar es impresionante — parece un barco asomándose sobre la ciudad. Dentro, casi puedes escuchar los ecos de cuando fue palacio real o incluso prisión (Marta bromeó con que hay fantasmas, pero quién sabe). Desde lo alto, la vista es nítida y ventosa; tuve que sujetarme el sombrero. Por la tarde, mis piernas ya estaban cansadas, pero de esa manera que se siente bien. En el bus de regreso a Madrid, miraba los campos pasar y trataba de recordar todos los detalles — como cuando Marta se rió al responder si alguien había contado los 2.516 metros de murallas de Ávila caminando (dijo que sí, pero que no ella).
La excursión dura todo el día e incluye transporte ida y vuelta entre Madrid, Ávila y Segovia.
Sí, tendrás tiempo libre para explorar ambas ciudades por tu cuenta tras las visitas guiadas.
El tour incluye visitas guiadas a pie, pero no especifica si entran las entradas; consulta con el operador para más detalles.
No, no incluye comida; tendrás tiempo libre en cada ciudad para comprar algo por tu cuenta.
El tour incluye transporte en bus cómodo ida y vuelta, pero no especifica recogida en hotel; confirma el punto de encuentro al reservar.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados de un adulto; los bebés pueden ir en el regazo de un adulto.
Se recomienda calzado cómodo por las calles adoquinadas y las distancias a pie en ambas ciudades.
Tu día incluye transporte en bus cómodo ida y vuelta desde Madrid, visitas guiadas a pie en Ávila y Segovia (en inglés o español), además de tiempo libre para que explores plazas o pruebes snacks locales antes de regresar por la tarde.
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