Únete a un grupo pequeño para un día tranquilo desde Alicante al campo de Vinalopó, probando cuatro vinos locales en una bodega familiar con snacks incluidos. Disfruta de historias de la guía, momentos prácticos en la viña y tiempo para admirar el paisaje, con recogida directa en tu hotel para que no te preocupes por el traslado.
Confieso que reservé este tour de vino en Alicante más que nada para salir un rato de la ciudad, pero me sorprendió mucho. Quedamos con nuestra guía, Marta, justo frente al hotel (ella nos saludó antes de que yo viera su furgoneta), y ya en el camino empezó a contarnos la historia del vino en Alicante. Tenía una forma de contar los datos que parecía un cuento; nos explicó que en la zona de Vinalopó soplan unos vientos secos que cambian totalmente el sabor de las uvas. No sabía que eso fuera tan importante hasta que probé el vino después.
El viaje fue tranquilo, solo se escuchaba la playlist de Marta — pop español, pero sin ser cursi — y de vez en cuando señalaba algo curioso, como una almendrada o una colina donde su tío solía caminar. Al llegar a la bodega, no parecía nada lujosa. Solo paredes encaladas y tierra polvorienta bajo los pies. El hijo del dueño nos recibió con un apretón de manos y una sonrisa tímida; no hablaba mucho inglés, pero nos enseñó todo igual, dejándonos tocar las viñas (las hojas eran más ásperas de lo que imaginaba) y oler los barriles en la bodega. Allí olía a tierra y madera vieja — a veces aún recuerdo ese aroma cuando abro una botella en casa.
La cata fue, sin duda, mi parte favorita. Cuatro vinos servidos despacio para que pudieras hacer preguntas o simplemente disfrutar el momento con la copa en mano. También nos dieron pequeños trozos de queso y pan — nada sofisticado, pero ideal para acompañar los tintos. En un momento, Marta intentó enseñarme a pronunciar bien Monastrell; se rió cuando me rendí a mitad (“¡Pareces francés!”). Después de eso, el grupo se relajó bastante. Sin prisas y sin presión para comprar nada.
Nos hicimos fotos junto a un olivo antiguo antes de volver a Alicante. El sol ya estaba bajo y todo se veía dorado a través de las ventanas de la furgoneta. Pensaba en lo distinto que sabe el vino cuando lo bebes en el lugar donde se produce — ¿será por estar ahí con gente que lo cuida tanto? En fin, si buscas una escapada desde Alicante que se sienta auténtica (nada montada), esta es la opción.
El viaje dura entre 30 y 45 minutos desde Alicante hasta la bodega en Vinalopó.
Sí, se sirven snacks ligeros junto con las cuatro catas de vino en la bodega.
Sí, el transporte privado con aire acondicionado está incluido, con recogida en Alicante.
El grupo es pequeño, con un máximo de siete personas por tour.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas y apto para bebés en cochecitos.
Puedes elegir entre salidas por la mañana o por la tarde para esta excursión desde Alicante.
El tour lo organiza Ali-Oli Tours Alicante, un negocio familiar en la Ruta Oficial del Vino de Alicante.
Tu día incluye recogida en Alicante en vehículo privado con aire acondicionado, entrada a una bodega boutique en Vinalopó, visita guiada por viñedos y bodega con anfitriones locales, cuatro catas de vino regional acompañadas de snacks ligeros, y transporte de regreso a la ciudad cuando decidas terminar.
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