Camina por el Barranco del Rey, equipa con guías expertos y escala auténticos acantilados volcánicos a tu ritmo. Es seguro, divertido y sorprendentemente relajante—y además, cuentas con la compañía de un perro muy amigable.
Lo primero que noté fue el crujir de la grava bajo mis botas mientras seguíamos un sendero estrecho hacia el Barranco del Rey. Aquí hace un poco más de fresco que en la costa, y se mezclan aromas de hierbas silvestres con el olor terroso de la roca volcánica. Nuestro guía, Javier, nos señaló antiguas entradas de cuevas, donde según cuenta la historia, los guanches se refugiaban hace siglos. La caminata dura unos 20 minutos, justo el tiempo para que se te pongan los nervios de punta y desconectes de todo lo que dejaste en el pueblo.
Al llegar al lugar de escalada, los acantilados parecían aún más altos de cerca. Algunas paredes miden apenas cinco metros, otras se elevan hasta veinte. Javier repartió cascos y arneses, revisando con cuidado cada hebilla y nudo. Tiene una forma tranquila de explicar todo, así que aunque seas principiante no te sientes presionado ni tonto por preguntar. Hay un caniche simpático llamado V que correteaba olfateando mochilas y de vez en cuando ladraba a los lagartos—la verdad, eso relajaba el ambiente.
Empecé por una ruta para novatos, sintiendo la rugosidad de la piedra volcánica bajo mis dedos. El sistema de cuerdas te mantiene seguro en todo momento, pero el corazón se te acelera cuando miras hacia abajo. Los niños y mujeres del grupo subían con más facilidad—Javier dice que la clave está en usar bien los pies, no solo la fuerza de los brazos. Después de un par de ascensos, sentí que mis preocupaciones se desvanecían. Solo se oían el viento y alguna risa por las piernas temblorosas al bajar.
Sí, totalmente. Nuestros guías te enseñan paso a paso y hay rutas para todos los niveles, incluso si es tu primera vez.
Ropa cómoda y zapatos cerrados con buen agarre. Nosotros proporcionamos todo el equipo de escalada; solo trae agua y algo para picar.
¡Sí! Los niños pueden unirse siempre que estén acompañados por un adulto. Muchos encuentran la escalada más fácil que los adultos gracias a su agilidad.
La caminata de ida y vuelta dura unos 20 minutos cada trayecto. Contando el tiempo de escalada, calcula unas 3 horas en total.
Incluye todo el equipo de escalada—casco, arnés, cuerda, mosquetón—y un guía experto que conoce la zona a la perfección. También está incluido el transporte, para que no tengas que preocuparte por cómo llegar.
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