Viaja en tren eléctrico por la cueva de Postojna, descubre el legendario “dragón bebé” de Eslovenia y recorre el castillo de Predjama, encaramado en su acantilado. Entradas incluidas, recogida en el centro de Ljubljana, aire fresco bajo tierra, historias del guía y tiempo para explorar a tu ritmo.
Apenas habíamos salido de Ljubljana cuando el paisaje empezó a cambiar: los campos dieron paso a frondosos bosques verdes, todo aún húmedo por la lluvia de la noche anterior. Nuestro guía, Luka, tenía esa facilidad para contar historias sobre Eslovenia mientras conducíamos. No esperaba que la entrada a la cueva de Postojna fuera tan discreta. Pero dentro, parecía que habíamos entrado en otro mundo. El aire estaba fresco (menos mal que llevé un suéter extra) y se percibía un leve olor mineral, casi metálico. Todos nos subimos al pequeño tren eléctrico que traqueteaba por túneles iluminados justo lo suficiente para distinguir formas extrañas en el techo. Me agaché un par de veces, aunque había espacio de sobra.
Después del tren, la caminata fue casi en silencio, solo se oían nuestros pasos resonando en la piedra. Luka nos señaló unas formaciones llamadas “cortinas”, finas láminas de roca que parecían que se moverían con solo soplar fuerte. En un momento nos detuvo junto a una poza subterránea y nos pidió mirar con atención: allí flotaba un Proteus Anguinus, el famoso “dragón bebé”, justo bajo la superficie. La verdad, parecía más un pequeño lagarto pálido que un dragón, pero fue increíble ver algo tan raro tan cerca.
Al volver a la luz del día, mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse; el sol parecía demasiado brillante después de tanto tiempo bajo esa luz azul grisácea de la cueva. El trayecto hasta el castillo de Predjama no fue largo, pero Luka aprovechó para contarnos leyendas de caballeros ladrones (se notaba que esta parte le apasiona). El castillo está incrustado en el acantilado, como si desafiara a la gravedad. Dentro, se escuchaba el viento colarse por las grietas y el crujir de las tablas bajo los pies. Hay audioguía, pero lo que más me gustó fueron las anécdotas de Luka sobre túneles secretos y antiguas rivalidades; hizo que todo pareciera menos museo y más una historia viva que estábamos descubriendo.
Todavía recuerdo ese primer momento al bajar del tren en la cueva: el silencio que se apoderó de todos, incluso de los niños, y lo diferente que se sentía todo al volver a la superficie. Si te interesa aunque sea un poco explorar cuevas o castillos (o simplemente buscas una escapada de un día desde Ljubljana sin prisas), esta experiencia se queda contigo mucho más de lo que imaginas.
Se tarda aproximadamente 1 hora en coche desde el centro de Ljubljana hasta la cueva de Postojna.
Sí, el servicio de recogida y regreso en el centro de Ljubljana está incluido.
Sí, el precio del tour incluye las entradas para la cueva de Postojna y el castillo de Predjama.
La cueva mantiene una temperatura constante de 10°C, así que lleva ropa abrigada y calzado cómodo (no chancletas).
Sí, los niños pueden participar si van acompañados por dos adultos que paguen; hay asientos especiales para bebés.
Sí, el castillo incluye audioguía como parte de la entrada.
Existe la posibilidad de ver al Proteus Anguinus en una sección con acuario dentro de la cueva de Postojna.
La caminata guiada sigue un corto viaje en tren eléctrico; en total, la visita bajo tierra dura alrededor de 1,5 horas.
Tu día incluye recogida y regreso en el centro de Ljubljana, entradas para la cueva de Postojna (con paseo en tren eléctrico) y el castillo de Predjama, acceso sin colas en ambos sitios, audioguía en el castillo, y transporte en vehículo con aire acondicionado y guía conductor de habla inglesa durante toda la excursión.
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