Deslízate por el Lago Bled en un barco pletna, sube entre el aire del bosque hasta el Castillo de Bled para disfrutar de vistas increíbles y toca la campana de la iglesia en la isla, todo con un guía local que se encarga de cada detalle. Prepárate para momentos de paz en el agua y sorpresas que recordarás mucho tiempo después de dejar Eslovenia.
Lo primero que noté fue el suave golpeteo de los remos contra la madera—ritmo constante, casi hipnótico. Acabábamos de dejar atrás Ljubljana y de repente apareció el Lago Bled, verde como una botella bajo la luz de la mañana. Nuestra guía, Maja, señaló cómo las nubes bajaban sobre los Alpes Julianos ese día; dijo que era normal aquí, pero yo no podía dejar de mirarlas. El aire olía a pino y a pastel (alguien cerca tenía un trozo de kremšnita). Intenté decir “pletnar” como Maja, ella se rió y me dijo que no me preocupara por el acento.
Luego subimos al Castillo de Bled (no voy a mentir: la subida es un poco empinada si no estás acostumbrado a las cuestas), pero estar arriba valió cada paso. El viento se levantó y pude ver pequeñas barcas moviéndose por el lago—tan despacio que parecían pintadas. Dentro, el museo del castillo tenía mapas antiguos y armaduras; afuera, una pareja se hacía fotos de boda bajo un arco de piedra. Era uno de esos lugares donde te dan ganas de susurrar sin motivo.
Después llegó mi parte favorita: el paseo en barco pletna hasta la isla. El agua estaba tan tranquila que parecía un espejo, solo se oían los suaves gruñidos del remero (casi no hablaba inglés pero sonreía mucho). Al llegar a la isla, toqué la campana de la iglesia—dicen que trae suerte—y, sinceramente, aún recuerdo ese eco rebotando entre los árboles. No volvimos rápido; aquí nadie tiene prisa. Quizá eso es lo que hace que esta excursión de medio día desde Ljubljana se sienta tan especial.
Normalmente se tarda entre 45 minutos y 1 hora en coche o minibús desde Ljubljana hasta el Lago Bled.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Sí, el tour incluye la entrada al Castillo de Bled y un paseo tradicional en barco pletna hasta la isla.
La excursión es accesible para silla de ruedas, aunque algunas zonas como los caminos del castillo pueden ser un poco complicadas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca si las necesitas antes o después del tour.
Usa calzado cómodo y viste según el clima; en verano lleva bañador si quieres darte un baño.
No incluye comidas, pero tendrás tiempo en el Lago Bled para comprar snacks o pasteles locales.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Ljubljana, todo el transporte entre paradas, entradas al Castillo de Bled, un guía en inglés que comparte historias durante el recorrido, y tu asiento en un tradicional barco pletna hasta la isla del Lago Bled antes de volver cómodamente.
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