Sube al Castillo de Devín con un guía local que da vida a sus historias y luego relájate con una cata de vinos eslovacos en una bodega cercana. Con transporte en coche y entradas incluidas, disfrutarás de historia y sabor, además de momentos que recordarás mucho después de dejar Bratislava.
“Sabes, esta colina ha visto romanos, reyes e incluso espías,” nos contó nuestro guía Milan mientras subíamos el sendero hacia el Castillo de Devín. Tenía esa habilidad de hacer pausas que dejaban que el viento del Danubio llenara el silencio. Las ruinas del castillo realmente dominan el paisaje: desde allí se ve dónde el río Morava se une al Danubio, sus aguas mezclándose en remolinos de barro. No podía evitar tocar las viejas piedras, preguntándome cuántas manos las habrían acariciado a lo largo de los siglos. Un leve aroma a ajo silvestre flotaba desde abajo, o tal vez solo era mi imaginación.
Después de explorar las torres (y escuchar la historia de Milan sobre túneles secretos — no sé si bromeaba), nos dirigimos en coche unos minutos a una bodega familiar cercana. La sala de catas parecía más el salón de una casa que un lugar formal. Nuestro anfitrión nos sirvió tres vinos eslovacos diferentes — nunca había probado ninguno — y nos explicó cada uno con una mezcla de dulzura y orgullo. El blanco tenía un sabor casi herbáceo en el primer sorbo, lo que me sorprendió; creo que puse una cara rara y todos se rieron. También había platos con pan y queso, sencillos pero perfectos después de la caminata por el Castillo de Devín.
Me gustó que todo fuera sin prisas. Hablamos de historia eslovaca y tradiciones del vino, pero también de fútbol y del clima (a Milan no le gustan los abriles lluviosos). En un momento me di cuenta de que había dejado el móvil de lado — solo escuchaba historias y veía cómo la luz del sol se movía sobre el viejo muro del viñedo afuera. La excursión desde Bratislava fue tranquila pero auténtica; nada preparada ni artificial. Aún recuerdo esa vista desde el castillo cada vez que abro una botella en casa.
La excursión dura aproximadamente 3 horas, incluyendo la visita al castillo y la cata de vinos.
Sí, el transporte en coche está incluido para tu comodidad durante el tour.
Sí, todas las entradas están incluidas en el precio de la reserva.
Sí, un guía profesional y experimentado acompaña toda la experiencia.
Sí, la cata de vinos eslovacos auténticos en una bodega local forma parte del tour.
Los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto; hay asientos especiales para bebés disponibles.
La experiencia es adecuada para la mayoría de niveles físicos, pero no se recomienda para personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu tarde incluye guía profesional durante toda la visita al Castillo de Devín y sus alrededores, entradas a todos los sitios, transporte cómodo en coche entre Bratislava y el pueblo de Devín, además de una relajada sesión de cata de vinos eslovacos con aperitivos ligeros antes de regresar juntos a la ciudad.
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