Entra en la Scotch Whisky Experience de Edimburgo para conocer de cerca las cinco regiones del whisky escocés, probar tu olfato con aromas y admirar miles de botellas raras antes de catar tu trago elegido. Con historias de guías locales y una copa de cristal de recuerdo, se siente menos como un tour y más como ser parte de una tradición antigua y orgullosa.
Casi pierdo el inicio porque me distraje con un artista callejero justo fuera del Scotch Whisky Experience — gaita resonando entre las piedras, ya sabes cómo es eso. Pero nuestra guía, Isla, solo sonrió y me hizo señas para que entrara con el grupo. Tenía esa calidez típica de Edimburgo, sin complicaciones pero rápida para reír cuando alguien (yo) confundió Lowlands con Highlands en el mapa. El lugar olía a madera vieja y algo dulce — ¿caramelo? O quizás solo mi imaginación volando.
El tour empezó con una experiencia inmersiva nueva en lugar del antiguo paseo en barril — no quiero hacer spoilers, pero no fue lo que esperaba. Isla explicó cómo el clima de Escocia influye en cada región y su whisky; me gustó que no lo hiciera sonar demasiado sofisticado. Hubo un momento en que pasó frascos con aromas — turba, miel, aire marino — y todos intentamos adivinar. Alguien dijo “tostada quemada” y nos reímos todos. Se sentía menos como una clase y más como compartir un secreto.
Pararse frente a esa enorme pared de botellas — que dicen es una de las colecciones de whisky escocés más grandes del mundo — fue casi abrumador. La luz se reflejaba en ese vidrio ámbar; podías ver tu cara reflejada en ellas. La cata fue más tranquila de lo que imaginaba. Mi trago tenía un sabor ahumado al principio, luego algo suave, difícil de describir. Isla dijo que no hay forma incorrecta de probar whisky, y eso me ayudó a relajarme sin preocuparme por captar “notas” ni nada. Incluso nos dieron una copa de cristal para quedarnos (la envolví en mi bufanda para el camino de vuelta).
Sí, este tour es perfecto para quienes se inician en el whisky y también para familias.
La experiencia dura unos 50 minutos de principio a fin.
Está justo al lado del Castillo de Edimburgo, en el casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad.
Sí, los adultos reciben un trago de whisky escocés para probar; los menores de 18 años pueden elegir Irn Bru.
Los adultos se llevan una copa de cristal para cata como recuerdo.
Sí, ofrecen audioguías en 20 idiomas, incluyendo dispositivos para ASL y BSL.
Todo el lugar es accesible para sillas de ruedas y se permiten cochecitos en todo momento.
Los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados de un adulto; solo los adultos pueden catar whisky.
Tu visita incluye la entrada al Scotch Whisky Experience junto al Castillo de Edimburgo, guía local experto, exploración práctica de aromas de las cinco regiones del whisky escocés, un trago de single malt o blended Scotch (o Irn Bru para menores de 18), acceso a una de las mayores colecciones de botellas de whisky del mundo, uso de audioguía en 20 idiomas si lo deseas, y una copa de cristal de recuerdo antes de volver a la Royal Mile.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?