Seguirás pistas crípticas por las calles de Edimburgo, usando objetos reales y equipo pirata para descubrir secretos del Capitán Kidd. Con la ayuda de un guía local si te atascas, reirás, resolverás enigmas y quizás hasta discutirás sobre el camino—hasta que finalmente abran juntos el cofre del tesoro.
No esperaba empezar mi sábado por la mañana con una bolsa de lona desgastada en la mano y entrecerrando los ojos frente a un mapa dibujado a mano cerca de Calton Hill. Pero ahí estábamos, mis amigos y yo, medio dormidos y ya discutiendo sobre dónde quedaba el norte. Nuestro guía—Jamie, con ese humor seco tan escocés—nos entregó el “kit pirata” con un guiño y dijo: “No pierdan la brújula. Ni la paciencia.” La ciudad se sentía más tranquila de lo habitual, solo el sonido de las gaviotas y el murmullo lejano de los autobuses. Olía a lluvia sobre piedra antigua, justo el ambiente perfecto para una aventura pirata.
La búsqueda del tesoro no era solo correr de un lado a otro; era como estar dentro de una sala de escape al aire libre, envueltos en las propias historias de piratas de Edimburgo. Cada pista era un objeto real o parte de la ciudad—un ancla oxidada aquí, grabados que nunca había notado antes. En un momento tuvimos que descifrar algo usando un trozo de cuerda (aún no sé si lo hicimos bien). Jamie nos mandó un mensaje cuando nos atascamos—“¡Prueben mirar hacia arriba por una vez!”—y juro que lo escuché reír cerca. La palabra clave aquí es “búsqueda del tesoro Edimburgo,” pero en realidad se sentía más como viajar en el tiempo con bromas incluidas.
Me gustó que no necesitabas el móvil salvo para pedir ayuda (que lo hicimos… dos veces). Hay algo especial en resolver cosas con las manos—darle la vuelta a llaves de metal frío, tocar mapas de papel húmedo—que te hace olvidar que estás en medio de una ciudad. Aprendimos datos curiosos sobre el Capitán Kidd y piratas escoceses que nunca había escuchado (al parecer aún hay debate sobre su tesoro). Mis zapatos se embarraron y alguien casi deja la brújula en un banco. Al final, cuando por fin abrimos el cofre (sin spoilers), me di cuenta de que ya no me importaba ganar, solo quería seguir buscando más pistas.
La búsqueda suele durar entre 2.5 y 3 horas, aunque depende del ritmo de tu grupo.
Se recomienda para niños mayores de 12 años y grupos que disfruten de acertijos y caminar.
Solo lo necesitas para contactar al guía si te quedas atascado o necesitas pistas; por lo demás, es una experiencia práctica.
El juego comienza cerca de Calton Hill en Edimburgo y termina muy cerca del punto de inicio.
Incluye un kit pirata físico con equipo y acertijos, además del apoyo de un guía local.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio.
Usa calzado cómodo y prepárate para caminar; lleva tu móvil con acceso a internet (preferible WhatsApp).
Tu día incluye todo el equipo pirata y acertijos físicos necesarios para la aventura, además de la guía de un experto local que te ayudará si te quedas atascado—todo comenzando cerca de Calton Hill en Edimburgo.
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