Entra directo al Castillo de Edimburgo con tu entrada incluida y un auténtico guía escocés en kilt que te llevará por sus rincones. Escucha historias de reyes, reinas y batallas mientras visitas la Capilla de Santa Margarita y admiras las Joyas de la Corona de cerca. Prepárate para risas, detalles locales y vistas de Edimburgo que te quedarán grabadas mucho tiempo.
Apenas cruzamos las puertas del castillo, nuestro guía—Fraser, vestido con su kilt a cuadros—nos sonrió como si fuéramos viejos amigos. Mostró nuestras entradas (incluidas, sin tener que hacer fila) y nos llevó por los adoquines, deteniéndose para señalar un cañón maltrecho. “Ese es más viejo que América,” bromeó. El viento le levantaba el kilt y yo sentí el olor a lluvia sobre la piedra—un clásico de Edimburgo. Había bastante gente, pero la voz de Fraser se escuchaba clara, contándonos sobre asedios y coronas perdidas sin sonar como si leyera un guion.
Dentro de la Capilla de Santa Margarita, la parte más antigua del Castillo de Edimburgo, Fraser bajó la voz. De repente todo se volvió silencioso—un silencio que te hace notar hasta tus propios pasos sobre las frías losas. Nos contó cómo los soldados solían rezar allí antes de la batalla. Intenté imaginarlo: luz de velas parpadeando, manos temblorosas quizás. No sé por qué eso se me quedó grabado, pero así fue. Seguimos adelante pasando por las Joyas de la Corona (más pequeñas de lo que esperaba), y Fraser explicó cómo las habían escondido de los invasores más de una vez. Alguien detrás mío soltó un suspiro al verlas—parece que no fui el único sorprendido por su tamaño.
En un momento, en lo alto de Castle Rock, la ciudad se desplegó bajo nosotros—tejas grises y estallidos de verde en los parques. Fraser señaló Arthur’s Seat a lo lejos y nos contó de un rey que intentó (y falló) escapar por esos acantilados. Una gaviota chilló sobre nuestras cabezas; alguien se rió de mi intento de pronunciar “Scone” correctamente (todavía no lo entiendo). El clima cambiaba constantemente—sol un minuto, llovizna al siguiente—pero la verdad es que eso encajaba perfecto con Escocia.
Sí, la entrada está incluida en el tour guiado.
Sí, todos los tours son dirigidos por un guía escocés vestido con el kilt tradicional.
No se especifica el tiempo exacto, pero cubre todos los puntos principales dentro del castillo.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio pueden acompañarte dentro del castillo.
Sí, la visita a las Joyas de la Corona está incluida en el recorrido.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca del castillo.
El tour es adecuado para todos los niveles de condición física.
Tu experiencia incluye la entrada al Castillo de Edimburgo y la guía durante todo el recorrido por un profesional escocés vestido con kilt tradicional—no tendrás que hacer cola ni preocuparte por el camino; solo sigue a tu guía desde la capilla hasta las murallas mientras las historias cobran vida a tu alrededor.
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