Si quieres conocer el lado más salvaje de Dubái y sentirlo en primera persona, este paseo en jet car es pura diversión. Pasarás junto a lugares legendarios y vivirás una emoción que no olvidarás.
Lo primero que me impactó fue el sonido: un zumbido profundo mezclado con la emoción de la gente en la marina. Nuestro instructor, Khalid, nos entregó los cascos y nos dio una breve explicación (tiene una calma que te hace sentir seguro). El sol ya estaba alto, reflejándose en cada torre de cristal a nuestro alrededor. Recuerdo agarrar fuerte los controles mientras salíamos al agua, con el corazón latiendo más rápido de lo que esperaba.
Cuando aceleramos, parecía que la ciudad misma se movía. Los rascacielos pasaban volando—el Burj Al Arab casi parecía al alcance de la mano por un instante. Captas pequeños detalles: el aire salado en los labios, un leve aroma a protector solar de alguien cerca, y esa sensación tan satisfactoria cada vez que golpeábamos una ola. Son solo 30 minutos, pero es difícil medir el tiempo cuando vuelas junto a los sitios más famosos de Dubái con solo viento y adrenalina como compañía.
¡Para nada! El instructor profesional te explica todo lo básico antes de empezar. Es apto para principiantes, siempre que cumplas con la edad y condición física.
Sí, pero solo dos personas por jet car: un conductor y un pasajero.
Solo lleva tu identificación y ropa cómoda que pueda mojarse. El equipo de seguridad lo proporcionan en el lugar.
Los conductores deben tener al menos 16 años; los pasajeros, mínimo 14. Por seguridad, no se permite a mujeres embarazadas.
Tu paseo en jet car de 30 minutos incluye agua embotellada, todo el equipo de seguridad y la guía de un instructor experto que conoce Dubái a la perfección. ¡Solo llega listo para la acción!
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