Si quieres descubrir el desierto de Dubái de verdad, a caballo y con guías locales que conocen cada duna, este paseo es para ti. Es tranquilo, cercano y apto para todos, sin importar tu experiencia.
Lo primero que noté fue el aire fresco de la mañana, con apenas un toque de arena en la brisa mientras nos preparábamos. Nuestro guía, Ahmed, asignó a cada uno un caballo acorde a su nivel. Aunque nunca hayas montado, aquí te sentirás cómodo desde el principio. Los caballos son en su mayoría árabes, esbeltos y atentos, pero lo bastante dóciles para principiantes. Partimos justo cuando el sol empezaba a asomarse sobre las dunas, tiñendo todo de dorado.
Solo se escuchan cascos y quizás el canto lejano de algún pájaro, sin ruidos de ciudad. La arena bajo los cascos es más suave de lo que imaginas. A veces se percibe el aroma a cardamomo del termo con té Karak que alguien lleva en el campamento. Al ir en grupo pequeño, hay espacio para charlar o simplemente disfrutar el silencio. Ahmed nos señaló algunas plantas del desierto y nos contó cómo los locales las usan para infusiones o remedios, cosas que pasarías por alto si vas solo.
¡Sí! Nuestros guías te asignarán un caballo que se adapte a tu nivel y te ayudarán a sentirte seguro desde el inicio.
Lo ideal es ropa ligera y calzado cerrado. Nosotros proporcionamos casco y todo el equipo de seguridad.
Claro, tendrás agua ilimitada y té Karak durante toda la experiencia.
Los niños pueden unirse si están cómodos con los caballos; los bebés pueden quedarse en cochecito en la zona del campamento.
Tu paseo incluye todo el equipo de seguridad (casco, chaleco), bebidas ilimitadas (agua y té Karak) y el apoyo de guías locales expertos que te harán sentir como en familia.
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