Recorrerás las dunas rojas de Dubái en quad, probarás montar un camello, reirás (o caerás) haciendo sandboarding y disfrutarás de vistas infinitas del desierto—todo con recogida incluida y guías locales que hacen que la experiencia sea auténtica. Una mañana que te deja con arena, sonrisa y ganas de volver.
El 4x4 ya rugía alejándose de la carretera principal cuando me di cuenta de lo lejos que puede sentirse Dubái de sí mismo: un minuto estás entre rascacielos de cristal y al siguiente, solo cielo abierto y esas dunas salvajes de un rojo intenso. Éramos cinco en el coche, más nuestro guía Ahmed (que no paraba de bromear sobre “montañas rusas del desierto” antes de llegar a Lahbab). El aire olía a piedra caliente y aceite cuando paramos para montar los quads. Confieso que mis manos temblaban un poco al agarrar el manillar—nadie te dice lo suave que es realmente esa arena bajo las ruedas.
La parte del quad se me pasó volando—terminé con polvo en los dientes de tanto sonreír. Luego Ahmed nos llamó para conocer a su amigo Hassan y sus camellos. Nunca había montado uno; se mueven despacio pero de alguna forma sientes que podrías caerte en cualquier momento. Hassan me enseñó a decir “yalla” para que arrancara (seguro que lo dije mal), y nos reímos cuando el camello soltó un sonido profundo y extraño. El silencio allí es raro—solo viento y algunas voces que se pierden entre las dunas.
Después llegó el dune bashing. Cuarenta minutos deslizándonos de lado por pendientes que desde abajo parecían imposibles. Ahmed puso música pop árabe antigua en la radio mientras saltábamos; mi estómago se revolvió al menos tres veces, pero nadie protestó. Paramos en la cima de una duna alta para hacer fotos—sigo pensando en esa vista: arena hasta donde alcanza la vista y un cielo azul intenso, nada más en movimiento salvo nuestras sombras. Para terminar, sandboarding; me caí dos veces pero no me importó porque ya tenía los zapatos llenos de arena caliente.
No esperaba sentirme tan cansado pero feliz en el camino de vuelta a Dubái—todos estábamos en silencio salvo alguien que tarareaba bajito la lista de Ahmed. No sé si era por la mañana temprano o por todo ese espacio abierto, pero algo de Lahbab se queda contigo después de irte.
El tour incluye varias actividades durante la mañana antes de regresar a Dubái en un 4x4 compartido.
Sí, la recogida y regreso en 4x4 compartido desde hoteles en Dubái están incluidos.
Harás quad (25 minutos), paseo en camello (15 minutos), dune bashing (40 minutos), sandboarding y paradas para fotos.
El tour se desarrolla en el desierto de Lahbab, a las afueras de Dubái, famoso por sus altas dunas rojas.
Sí, guías locales expertos acompañan cada parte del tour para garantizar seguridad y apoyo.
No se incluyen comidas; el enfoque está en las actividades de aventura.
Se ofrecen asientos especiales para bebés con un coste extra; verifica si es adecuado según recomendaciones médicas.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye recogida en hotel en Dubái en un 4x4 compartido, 15 minutos montando camello por las dunas rojas de Lahbab, 25 minutos de quad en zona segura, 40 minutos de dune bashing con conductor experto, tiempo para sandboarding en pendientes suaves (y muchas risas), además de paradas para fotos en puntos panorámicos antes de regresar al punto de partida tras tanta aventura.
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