Descubre el lado salvaje de Dubái en este safari por el desierto: quad entre dunas rojas, paseo en camello con guías locales que bromean a tu lado, adrenalina en el dune bashing y sandboarding en pendientes que no olvidarás. Todo con recogida en hotel y paradas para hidratarte, para que solo te preocupes por disfrutar.
Ya íbamos rebotando en la parte trasera de un Land Cruiser cuando me di cuenta de que mis manos apretaban el asiento más de lo que quería — nuestro guía, Ahmed, solo me sonrió en el retrovisor. La ciudad quedó atrás rápidamente, reemplazada por esas dunas rojas salvajes que parecían casi irreales bajo el sol de la mañana. Había un aroma seco y dulce en el aire, como canela caliente o algo así. Intentaba atraparlo, pero desaparecía cada vez que parábamos para hacer una foto.
Las quads estaban alineadas esperándonos — nunca había conducido una y, para ser sincero, pensé que me iba a hacer el ridículo. Ahmed se encogió de hombros y dijo “Primero despacio, luego le agarras el truco.” Tenía razón. Tras unos arranques tambaleantes (y mucha arena en los zapatos), le fui pillando el ritmo. El motor vibraba por mis brazos mientras trataba de no reírme cada vez que saltaba un bache. Tuvimos unos 25 minutos ahí, pero el tiempo parecía detenerse — quizá eso es lo que llaman “el silencio del desierto”, aunque la verdad gritábamos todos entre nosotros la mitad del tiempo.
No esperaba disfrutar tanto el paseo en camello. Los camellos estaban tranquilos — uno giraba la cabeza como si quisiera saber qué pensábamos de todo. Alguien intentó llamar al suyo “Sandy” (poco original) y nuestro guía puso los ojos en blanco pero siguió el juego. Luego vino el dune bashing — básicamente una montaña rusa en 4x4 mientras todos fingimos no tener miedo. Mi corazón latía tan fuerte en esas bajadas bruscas que apenas escuchaba nada más.
El sandboarding fue lo último — estar en la cima de esa pendiente loca con una tabla atada me intimidaba más que el snowboard. La arena se pegaba por todos lados, pero deslizarme me hizo olvidarme de eso por un par de segundos. Al final, mis zapatos estaban llenos de polvo rojo y las mejillas me dolían de tanto sonreír. A veces todavía recuerdo esa primera bajada por la duna, ¿sabes?
El tour suele durar entre 4 y 5 horas, incluyendo la recogida y regreso al hotel en Dubái o Sharjah.
Sí, incluye una sesión de quad autoconducido con instrucciones de seguridad por parte del guía.
Sí, la recogida y regreso están disponibles desde cualquier punto de Dubái o Sharjah sin coste adicional.
Usa ropa cómoda que no te importe ensuciar y zapatos cerrados para mejor agarre en la tabla.
Los bebés deben ir en el regazo de un adulto; hay asientos especiales para bebés si se necesitan.
No incluye almuerzo porque es un tour de mañana, pero sí se proporciona agua embotellada durante toda la aventura.
No se recomienda el dune bashing para embarazadas; hay opciones privadas en Land Cruiser con conducción más suave si es necesario.
Tu día incluye recogida y regreso puerta a puerta desde cualquier lugar de Dubái o Sharjah sin coste extra, todas las tarifas y impuestos incluidos, agua embotellada durante todo el recorrido, sesión de quad autoconducido con briefing de seguridad, paseo en camello por las dunas, dune bashing lleno de adrenalina en un Land Cruiser con aire acondicionado y guía experto, instrucción para sandboarding y acceso a baños antes de volver a tu hotel o punto elegido.
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