Sentirás el pulso de Dubái desde la cubierta de tu yate privado mientras navegas frente a Atlantis y Burj Al Arab, con bebidas frías en mano y una tripulación cercana y amable. Puedes elegir montar un jet ski o simplemente dejar que la ciudad pase frente a ti. Cada momento se siente más grande bajo ese cielo, sobre todo cuando las risas se reflejan en el agua.
Con las manos alrededor de una botella fría de agua, observaba cómo la tripulación desplegaba la alfombra roja justo en Dubai Marina — la verdad, no me lo esperaba. La marina, con sus torres de cristal y el sonido de las cuerdas golpeando los cascos, era un escenario perfecto. Nuestro capitán apenas asintió (no habló mucho al principio), pero los otros dos ya bromeaban sobre la lista de canciones antes de que subiéramos a bordo. Había un leve aroma a protector solar mezclado con aceite de motor, que de alguna forma encajaba perfecto aquí.
Navegamos más allá de Bluewaters Island — imposible perderse esa enorme Ain Wheel girando lentamente contra el cielo — y alguien señaló Caesars Palace, aunque yo estaba más distraído con el reflejo del sol en cada ventana de JBR. El salón del yate estaba fresco por dentro (el aire acondicionado en Dubái no es broma), pero yo seguía escapándome para sentir el viento en la cubierta. Al acercarnos a Atlantis, nuestro guía sonrió y comentó algo sobre “el palacio durazno” — intenté sacar una foto, pero es tan grande que no entraba en el encuadre. Debería haber llevado un lente más ancho.
El alquiler privado del yate se volvió casi irreal cuando nos acercamos al Burj Al Arab. Tiene forma de vela, pero de cerca parece aún más extraño — ¿cómo puede ser real? Algunos se turnaron para subir al jet ski (yo al principio me rajé), y se escuchaban risas rebotando sobre el agua cada vez que alguien golpeaba una ola con fuerza. A mitad del recorrido sacaron unos snacks; nada sofisticado porque tú traes lo tuyo, pero las papas saben mejor con aire marino y vistas de la ciudad. La tripulación no paraba de ofrecer bebidas frías y nos dejó elegir la música — uno hasta bailó un momento cuando sonó una vieja canción de Bollywood.
Todavía recuerdo ese tramo del skyline mientras regresábamos — luz dorada sobre las torres de cristal, salpicaduras de mar en mis brazos. No fue perfecto (el pelo hecho un desastre, casi se me cae el móvil al agua), pero supongo que eso es lo que lo hace inolvidable.
El yate zarpa desde Dubai Marina.
El recorrido dura 3 horas.
Verás Ain Wheel, Atlantis The Palm, la playa de JBR y Burj Al Arab.
Sí, puedes mejorar tu reserva para incluir una hora en jet ski.
No se incluyen comidas; puedes traer tus propios snacks y la tripulación te ayudará a servirlos.
Incluye agua embotellada y refrescos para los invitados.
Sí, cuenta con un salón con aire acondicionado y baño a bordo.
No, no se requiere experiencia previa; cualquiera mayor de 16 años puede conducir tras recibir instrucciones.
Tu día incluye llegada con alfombra roja en Dubai Marina, agua embotellada y refrescos servidos por la tripulación profesional durante tu alquiler privado de 3 horas en yate, además de acceso a un salón con aire acondicionado y baño a bordo. Si eliges la opción jet ski, sumarás una hora extra a tu aventura después de zarpar.
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