Ponte al volante de un dune buggy y recorre el desierto rojo de Dubai en camello. Con guías expertos y todo el equipo incluido, es una aventura segura e inolvidable.
La arena estaba por todas partes: entre los dedos, dentro de los zapatos, hasta en el cabello. Así supe que realmente estaba en el desierto de Lahbab, no solo mirando desde una ventana. Nuestro conductor nos recogió puntualmente y la ciudad se fue quedando atrás rápidamente. El aire cambió—más seco, con ese aroma cálido y polvoriento que solo tiene el desierto. Al llegar, los buggies ya estaban alineados, con la arena roja girando alrededor de sus ruedas. Nuestro guía, Khalid, nos entregó cascos y gafas, bromeando sobre cómo la arena “le gusta ser muy cercana”.
La explicación de seguridad fue breve pero clara—sin rodeos, pero sin prisas. Al principio estaba un poco nervioso, pero en cuanto pisé el acelerador, el buggy rugió. Desde lejos las dunas parecían suaves, pero de cerca son empinadas e impredecibles. Khalid abrió camino, esquivando por los mejores senderos. A veces la arena se movía y sentías que las ruedas patinaban un poco—lo justo para mantenerte alerta. Un coche de apoyo nos seguía, por si acaso. En un momento, sacaron un buggy de repuesto cuando el motor de uno empezó a fallar—sin drama, solo un cambio rápido y seguimos adelante.
Después de una hora saltando sobre las dunas y riendo al vernos con la cara llena de arena, bajamos el ritmo para el paseo en camello. Los camellos estaban tranquilos—uno incluso seguía masticando sin prestarnos atención. El paseo fue sorprendentemente relajante, solo se oían los cascos y una brisa que refrescaba más de lo que esperaba. Alcancé a ver a un cetrero a lo lejos, algo común por aquí según nuestro guía. Beber agua fría al volver a la base fue todo un premio. Compartimos historias con los guías antes de regresar a la ciudad—cansados, polvorientos y con una sonrisa de oreja a oreja.
¡Para nada! Los guías te dan una explicación completa de seguridad y te ayudan a sentirte cómodo antes de conducir.
Ropa ligera que no te importe que se ensucie de arena, zapatos cerrados y gafas de sol. Casco y gafas protectoras te los proporcionan.
Incluyen agua embotellada y refrescos. Te recomendamos llevar algún snack para después del paseo.
El recorrido en camello dura unos 20 minutos—lo justo para disfrutar sin cansarte.
Incluye recogida y regreso al hotel en vehículo con aire acondicionado, todo el equipo de seguridad (casco y gafas), agua embotellada y refrescos, una hora conduciendo un dune buggy (dos personas por buggy) y un paseo guiado en camello de 20 minutos. Guías profesionales te acompañan en todo momento.
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