Empieza tu mañana con recogida en el hotel de Dubái y prepárate para acelerar por las dunas rojas de Lahbab en quad, guiado por un experto local. Atrévete con el sandboarding (caídas incluidas) y disfruta un tranquilo paseo en camello bajo el cielo abierto del desierto. Risas, arena en las manos y momentos de calma inesperada entre la adrenalina.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar en la cima de una duna antes que nadie? Yo tampoco, la verdad, hasta que nuestro guía Ahmed nos recogió en el hotel con esa energía mañanera que ojalá pudiera embotellar. La ciudad quedó atrás rápido y de repente solo había arena roja y silencio, salvo por el suave sonido de su playlist. No podía creer que esto estuviera tan cerca de Dubái.
Primero llegaron los quads: polvorientos y un poco intimidantes a primera vista. Ahmed sonrió al verme dudar (“No te preocupes, ¡te vas a enganchar!”). El motor soltaba un olor seco y mineral, y mis manos se sentían arenosas en el manillar. Corrimos por las dunas sin nadie más alrededor, parando a veces solo porque el paisaje nos hacía reír a carcajadas. El casco se me movía de lado, pero al rato ni lo notaba. Hay algo en el viento del desierto que te hace olvidar cuánto sudas.
Después del paseo en quad (que se me hizo corto), nos subimos al 4x4 de Ahmed para el dune bashing—él conducía como si hubiera nacido en esas pendientes. Hubo momentos en que el estómago se me encogió y todos gritábamos a la vez; hasta Ahmed se rió cuando mi amigo chilló en tres idiomas en una bajada especialmente empinada. Luego probamos el sandboarding (me caí dos veces, sin vergüenza), y después llegó un momento de calma montando camellos. El aire olía a algo dulce, como dátiles secándose al sol. Los camellos parpadeaban despacio, como si lo hubieran visto todo antes.
Sigo pensando en esa última parada: de pie en una cresta con un jugo frío en la mano, mirando solo dunas doradas y cielo azul. Es una paz extraña después de tanto ruido de motores y risas. De regreso a Dubái, todos íbamos más callados—quizás cansados o simplemente intentando aferrarse un poco más a esa sensación.
El tour dura toda la mañana, incluyendo recogida, actividades y regreso—prepárate para varias horas en total.
Sí, hay recogida y regreso desde hoteles, residencias, puertos o aeropuertos en Dubái.
Incluye paseo en quad, dune bashing en 4x4, sandboarding, paseo en camello, paradas para fotos y refrescos.
No, no hace falta experiencia; los guías te enseñan a manejar el quad con seguridad antes de empezar.
Sí, después de las actividades te ofrecen bebidas refrescantes para que te recuperes.
Los niños pueden unirse, pero deben ir acompañados de un adulto; algunas actividades tienen restricciones de edad o condición física.
No, no se recomienda para mujeres embarazadas debido a la actividad física que implica.
Sí, hay paradas en lugares con vistas espectaculares entre las dunas rojas de Lahbab.
Tu día incluye recogida cómoda desde cualquier punto de Dubái en un 4x4 con conductor experto que conoce todos los atajos fuera de la ciudad. Tendrás tiempo para manejar el quad por el desierto abierto (unos 25 minutos), dune bashing por las famosas arenas rojas de Lahbab (alrededor de 35 minutos), probar el sandboarding en pendientes si te atreves, y un tranquilo paseo en camello de unos 10 minutos. Al final, bebidas frías para refrescarte antes de volver al punto de partida, con arena en la ropa pero una sonrisa en la cara.
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